Los más de 300 niños liberados regresan a Katsina una semana después de ser secuestrados por Boko Haram en Nigeria

Los más de 300 niños secuestrados la semana pasada por presuntos miembros del grupo yihadista Boko Haram en una escuela en el estado nigeriano de Katsina (noroeste) han sido recibidos este viernes en un acto oficial por el presidente del país, Muhammadu Buhari, un día después del anuncio de su liberación.

 

Los niños, que fueron raptados en una escuela de la localidad de Kankara, han sido trasladados durante la jornada al estado desde Zamfara, a donde fueron trasladados tras el rapto, y han sido recibidos por Buhari y por el gobernador estatal, Aminu, Masari, según ha informado el diario nigeriano ‘The Premium Times’.

A pesar de las dudas en torno a si los captores habían liberado a los 344 niños secuestrados, el subdirector del centro educativo del que son alumnos, Yahaya Salauwa, ha confirmado que todos ellos se encuentran ya en Katsina, tal y como ha recogido el diario ‘Vanguard’.

La presencia de Buhari en el acto había sido confirmada horas antes por Bashir Ahmed, su asesor para medios, tras las críticas vertidas contra el presidente por su negativa a visitar Kankara tras el secuestro.

Por su parte, Masari ha destacado que «los estudiantes liberados serán reunidos de forma cuidadosa con sus padres una vez que las autoridades estatales, en colaboración con funcionarios locales, confirmen que los que se presentan (a recogerlos) son sus verdaderos padres y guardianes».

Así, ha incidido en que «los niños liberados tendrán que identificar sus relaciones (con las personas que acudan a recogerles) antes de cualquier entrega». «Estoy más afectado por los secuestros que cualquier otro padre, porque los padres lloraron por un niño desaparecido y yo lo hice por 344 niños desaparecidos», ha dicho.

El gobernador ha trasladado a los niños que el suceso «es ahora parte de vuestra vida y vuestro viaje hacia la vida adulta». «Algunos de vosotros sólo lo entenderéis más adelante. Hemos sufrido físicamente, mentalmente y psicológicamente y damos gracias a Dios por este éxito», ha zanjado.

Uno de los niños que apareció en el vídeo publicado por Boko Haram para reclamar la autoría del rapto ha relatado en declaraciones al diario nigeriano ‘Punch’ que fue «convencido» para ser grabado. «No sé quiénes eran, pero dijeron que debíamos decir que eran Boko Haram», ha manifestado.

El líder del grupo yihadista, Abubakar Shekau, ha publicado dos grabaciones para reclamar la autoría de lo sucedido, si bien las autoridades han mostrado su escepticismo y se han negado por ahora a confirmar que Boko Haram haya estado detrás del incidente.

En este sentido, este niño, que ha asegurado ser el que apareció hablando en el vídeo de Boko Haram, ha dicho que duda que los secuestradores fueran miembros del grupo. «La banda de ladrones armados estaba muy asustada por lo que pasaba con los aviones», ha dicho.

«Me dijeron que hablara directamente en el vídeo para pedir al Gobierno que dejara de mandar al Ejército y aviones y que, si no, nos matarían», ha manifestado, antes de denunciar que sus captores «les golpearon día y noche». «Sólo nos dieron comida una vez al día y agua dos veces al día. Algunos de los que nos golpeaban eran niños pequeños con armas grandes», ha añadido.

El ministro de Información y Cultura de Nigeria, Lai Mohammed, ha cargado contra las críticas contra Buhari tras el secuestro, que ha tildado de «vergonzosas». «Cuando golpean los desastres y las tragedias, la gente se une. Esperamos que los detractores hayan aprendido la lección», ha dicho.

«Esperamos que los que han empezado a comerciar y a hacer política con el ‘hashtag’ ‘BringBackOurBoys’ —creado a imagen a semejanza del ‘BringBackOurGrils’ tras un secuestro masivo de alumnas en Chibok en 2014— puedan ir ahora a casa, ya que nuestros niños han vuelto», ha defendido.

Mohammed ha criticado la repetición de este tipo de secuestros y ha asegurado que «el Gobierno federal está haciendo todo lo posible para garantizar la seguridad en las escuelas y la de todos los nigerianos». «No descansaremos hasta que los nigerianos puedan irse a la cama con tranquilidad», ha apuntado.

Sin embargo, ha reconocido que «ningún gobierno del mundo es inmune a los ataques terroristas» y ha puesto como ejemplo «los tiroteos en escuelas en Estados Unidos, que son un desafío recurrente» y atentados como el 11-S o los ataques yihadistas sufridos por Francia en los últimos años.

«La Administración de Buhari hará todo lo posible para evitar que se repitan estos secuestros en escuelas, pero también dejamos claro que nos hemos movido con velocidad y determinación cada vez que hemos hecho frente a este desafío», ha dicho.

Por ello, ha pedido que «no se politice» este asunto y ha aprovechado para felicitar a los padres de los niños liberados. «Pronto se reunirán con sus hijos. Felicitamos al gobierno y al pueblo de Katsina y a todos los nigerianos», ha dicho, antes de dar las gracias a las fuerzas de seguridad por sus acciones.

Por su parte, el representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Nigeria, Peter Hawkins, se ha mostrado «aliviado» por las liberaciones y ha expresado su deseo de que los niños «tengan un retorno seguro junto a sus familias».

«Si alguno de ellos sigue retenido, pedimos a los atacantes que liberen inmediatamente a todos los niños. Cualquier otro niño que aún siga retenido en Nigeria debe ser también liberado», ha manifestado a través de un comunicado.

Así, ha lamentado que «durante una semana los padres estuvieran despiertos de noche, llorando y esperando el regreso de sus hijos». «Mis pensamientos y solidaridad están con estos niños, sus familias y la comunidad de Kankara, que ha soportado un sufrimiento inimaginable durante esta semana», ha agregado.

Hawkins ha señalado que el ataque «directo» contra niños «en medio de la noche y en un lugar en el que deberían sentirse seguros» es «indignante». «Las escuelas deben ser seguras. Los niños nunca deben ser objetivo de un ataque y, sin embargo, demasiado a menudo en Nigeria son precisamente eso, víctimas de ataques en sus escuelas», ha criticado.

«Los ataques contra las instalaciones educativas son una grave violación de los derechos del niño. Este incidente es un recordatorio preocupante de la dura carga de la violencia sobre los civiles en el noroeste de Nigeria, incluidos los niños», ha argüido.

En este sentido, ha reseñado que «estos ataques privan a los niños del derecho a una educación» y «hace que tengan miedo de ir a clase y que los padres tengan miedo de mandarles a la escuela». «Las escuelas deben ser lugares seguros para estudiar y desarrollarse, y el aprendizaje no puede ser un contexto peligroso», ha puntualizado.

Por último, ha defendido que «debe haber intervenciones para garantizar que las escuelas son seguras y que todos los niños nigerianos pueden aprender sin miedo» y ha argumentado que las mismas «deben tener en cuenta el importante papel que las comunidades pueden jugar a la hora de garantizar la seguridad de las escuelas». «Ninguna causa justifica los ataques contra niños y escuelas. Este desprecio cruel por la humanidad debe terminar», ha zanjado.

El secuestro de los más de 300 estudiantes en el instituto de secundaria de Kankara supone la mayor operación de Boko Haram en el noroeste de Nigeria, donde había limitado sus acciones a emboscadas contra las fuerzas de seguridad y secuestros a pequeña escala a cambio del pago de rescates.

Además, ha traído a la memoria el rapto de 276 niñas de un colegio de Chibok, en el estado de Borno, de las que 112 todavía permanecen en paradero desconocido. El secuestro provocó una ola de condenas, no solo a nivel nacional, sino también a nivel internacional y generó un movimiento, #BringBackOurGirls, que se mantiene a día de hoy y que apoya a las familias de las víctimas.

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