El ataque liderado por Turquía contra la ciudad de Ain Issa, que comenzó a principios del 18 de diciembre, ha llegado a su fin. El “Ejército Nacional Sirio” no logró ningún avance debido a la feroz resistencia de las Fuerzas Democráticas Sirias.
El 19 de diciembre por la mañana, todos los enfrentamientos alrededor de Ain Issa, en el campo norte de Raqqa, terminaron. Las fuerzas turcas no han bombardeado la ciudad y sus afueras durante las últimas horas.
El ataque se cobró la vida de al menos nueve militantes del “ENS”. Las FDS también sufrieron bajas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Si bien las fuerzas turcas no pudieron expulsar a las FDS de Ain Issa y sus afueras, su ataque generó una presión real sobre el grupo dirigido por los kurdos.
Informes recientes revelaron que Rusia está presionando a las FDS para que entreguen Ain Issa y otras partes al norte de Raqqa a las fuerzas del gobierno sirio. El grupo fue advertido de un plan turco para ocupar la región.
Las FDS acordaron establecer tres puestos de observación conjuntos con las fuerzas gubernamentales alrededor de Ain Issa tras la presión de Rusia. Sin embargo, se negó a entregar la región.
El último ataque liderado por Turquía probablemente empujará a las FDS a cumplir con las demandas de Rusia, que están destinadas a proteger a Ain Issa y sus residentes. Las fuerzas turcas parecen estar preparándose para lanzar un segundo ataque, no solo en el norte de Raqqa, sino también en el norte de al-Hasakah.
Cualquier nueva operación turca en el noreste de Siria amenazará la ya frágil situación humanitaria en la región.