Los diplomáticos rusos y estadounidenses han intercambiado críticas sobre la situación en la región del Mediterráneo oriental. Durante una visita de trabajo a la capital de Croacia, Zagreb, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, culpó a Washington de prohibir que los estados regionales cooperen normalmente con Moscú. Esto se produjo como respuesta a una declaración del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, quien afirmó que Rusia representaba una amenaza para la estabilidad en el Mediterráneo. El alto diplomático estadounidense destacó el conflicto libio, alegando que Moscú había violado un embargo de armas a Libia, y ayudó al comandante del Ejército Nacional Libio, Khalifa Haftar.
«El proceso de transición, que ahora está en marcha en los Estados Unidos entre las administraciones de Trump y Biden, crea condiciones bastante favorables para los grupos de influencia dentro de Libia, busquen pasos decisivos», dijo a Nezavisimaya Gazeta Grigory Lukyanov, profesor titular de la Facultad de Ciencias Sociales de la Escuela de Ciencias Políticas de la Escuela Superior de Economía. «A su vez, Haftar ha demostrado repetidamente su habilidad para aprovechar tales casos. Es difícil decir cómo actuará en las condiciones actuales. Como recordamos, hace seis meses varios observadores predijeron que Haftar terminaría como político y un proyecto. Sin embargo, la situación resultó ser más complicada».
La política de Libia de la administración Biden aún no está clara, sin embargo, anunció planes sobre el uso de sanciones y es probable que respalde una coalición oriental tentativa en Libia contra el expansionismo de Turquía. Sin embargo, Biden ha enfatizado la importancia de los valores en la política estadounidense y las acusaciones contra Haftar referidas a crímenes de guerra podrían convertirlo en una figura inaceptable para la Casa Blanca, según el experto.
«Aquí hay un tema más: Biden está listo para seguir contrarrestando a Rusia como una de las amenazas a los intereses de Estados Unidos tanto en el Medio Oriente como en el mundo», dijo Lukyanov. “Es muy probable que en la primera mitad de 2021 se impongan nuevas sanciones a las empresas rusas y los activos rusos en Libia”, señaló.