Venezuela abandona la cuarentena: ¿qué futuro le espera?

El cierre de fronteras, el cese total de la movilización interna y una estricta cuarentena radical ordenada en un primer momento mantuvieron a los venezolanos en sus casas y previno el crecimiento exponencial de los contagios.

 

 

Hoy, seis países latinoamericanos integran la lista de los 20 Estados con mayor mortalidad a causa de la propagación del virus. Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y México se unen a Estados Unidos, Bélgica, España y otras naciones que han vivido una profunda crisis a causa de la propagación del nuevo coronavirus. 

Los efectos del virus han sido muy distintos de continente a continente y de país a país. Hasta ahora el distanciamiento social y la cuarentena han sido las medidas más efectivas frente a esta crisis sanitaria mundial. 

La valoración de los especialistas en el área destaca como positivas las acciones gubernamentales en Venezuela frente a la acción del virus. Sin embargo, la nación bolivariana se abre a una flexibilización de la cuarentena durante el mes de diciembre que podría modificar el escenario.

​A nueve meses de las medidas sanitarias tomadas en Venezuela en el marco de la pandemia mundial a causa del COVID-19, llega un nuevo momento: ¿qué debemos tener presente aquí y ahora?  

El médico venezolano considera importante que el Gobierno venezolano, además de las acciones que ya ha venido tomando, como dejar la lucha contra el coronavirus en manos de expertos y la vigilancia epidemiológica a través de novedosas plataformas digitales —como el sistema Patria—, haga también uso de las experiencias exitosas que se han venido dando en otros países y que pueden servir como alivio para una nación bloqueada financieramente. 

Cita el caso de Madagascar, donde se ha utilizado la Artemisa Annua, una planta con propiedades antivirales, para frenar la cadena de contagios.  Del mismo modo, reseña el ejemplo de Bolivia, donde se ha empleado el dióxido de cloro para disminuir la curva de contagios a pesar de haber sido uno de los países más golpeados por la enfermedad.  

«Hay que buscar soluciones prácticas, seguras, eficientes y económicas. Cuando se habla del suero equino o de la ozonoterapia, lo que nadie dice es que son muy poco prácticas y muy poco efectivas para hacer un tratamiento masivo que pueda contener la epidemia. Hay que darle prioridad a otro tipo de soluciones que sirvan a la mayor cantidad de personas. En un país con una crisis tan fuerte y con recursos limitados, se siguen usando en los hospitales medicinas como el remdesivir, que no han mostrado resultados para el tratamiento del COVID-19. Son muy costosos y a la larga se trata de gastos innecesarios».

Por último, ante la nueva etapa de lucha contra el coronavirus que se abre a partir de esta flexibilización y donde se pasó de tener «200 infectados diariamente a 500 infectados diarios», Ciavaldini señala cuál es la mejor de las políticas: «Priorizar la salud ante cualquier otro tipo de consideración».

Fuente