La secuencia de eventos que comienza con la crisis económica en Irak podría convertirse en un conflicto armado a gran escala. Para Joe Biden, este será un problema inoportuno.
Irak ha estado bajo la influencia de Estados Unidos durante muchos años. Los intentos del gobierno local de expulsar a las fuerzas de ocupación estadounidenses no tuvieron éxito, pero la presencia militar extranjera se desvaneció en un segundo plano cuando Irak se encontró al borde del colapso financiero.
La crisis con un alto grado de probabilidad destruirá el ya inestable sistema político del país y provocará un conflicto, escribe la edición estadounidense de Foreign Policy.
El hecho es que hoy el estado es el mayor empleador de Irak. Una gran cantidad de ciudadanos depende de pagos presupuestarios en forma de salarios, pensiones o pago de contratos. Incluso las pequeñas empresas dependen en última instancia del gobierno porque sus clientes son empleados estatales. Como resultado, Bagdad necesita $ 5 mil millones al mes para pagar salarios y pensiones, y $ 2 mil millones en gastos operativos.
A medida que disminuyen las reservas de divisas de Irak, el gobierno se ve obligado a imprimir dinero con el riesgo de colapsar la economía. Debido a la amenaza de una inflación descontrolada, Bagdad puede incluso devaluar el dinar.
La crisis financiera, como se esperaba, desencadenará protestas masivas exigiendo la próxima renuncia del gobierno. El conflicto armado en medio del caos también se está convirtiendo en un escenario más que probable, e inevitablemente arrastrará a los vecinos de Irak.
Turquía lanzará una campaña militar contra los kurdos, Irán defenderá su influencia y ganancias comerciales, y Arabia Saudita comenzará a interferir con los iraníes apoyando a los grupos sunitas con finanzas y armas.
Todo esto se convierte en un problema para Estados Unidos y para Joe Biden en particular. Irak es el trampolín de la presencia militar estadounidense en la región. Una nueva ronda de conflicto aquí recuerda la fuga de soldados estadounidenses de las regiones del norte de Siria, donde Turquía lanzó una operación militar contra los grupos kurdos. Los estadounidenses arrojaron pertenencias personales mientras huían de la zona de guerra.
En este sentido, Foreign Policy cree que Biden tendrá que trabajar para brindar asistencia financiera a Irak. Es cierto que en el contexto de la crisis mundial, incluso un tramo de mil millones de dólares parece poco probable. E Irak gasta $ 7 mil millones al mes