El antiguo taller de cerámica se volvió a encontrar durante los trabajos de construcción para construir un nuevo barrio al oeste de Jerusalén.
Los arqueólogos encontraron este taller por primera vez en 1934. Sin embargo, por coincidencia, su ubicación se perdió durante muchos años hasta que las autoridades de la ciudad decidieron comenzar la construcción de un nuevo barrio, escribe Planet Today.
Sobre las ruinas de un antiguo taller de alfarería se encontraron cientos de lámparas, formas de piedra para su fabricación, así como una gran cantidad de figurillas paganas de terracota. La mayoría personifica mujeres, pájaros y caballos con jinetes. Estos hallazgos arqueológicos se remontan al período romano tardío (hace 1.700-1.600 años atrás).
Según los historiadores, algunas de las figurillas tenían diseños asociados con competencias de gladiadores. Además, algunos estaban claramente marcados con motivos judíos. Otros estaban en el espíritu de la iconografía cristiana primitiva.
«Esto da todas las razones para creer que la población local consistía en una mezcla de paganos, cristianos y judíos», señalaron los arqueólogos.
Además, los científicos aún no comprenden el propósito de estas estatuillas. Están seguros de que son más que simples joyas. Los arqueólogos especulan que fueron utilizados como objetos de religión doméstica.