Bandas armadas siembran el terror en zonas rurales de Nigeria; roban ganado y secuestran gente para cobrar rescates.
Las autoridades nigerianas afirmaron este domingo (13.12.2020) que el ejército se esfuerza por encontrar a cientos de estudiantes desaparecidos después de un ataque.
Hombres armados a bordo de motocicletas atacaron un centro de enseñanza secundaria el viernes por la noche en el estado de Katsina, en el norte de Nigeria. Atrapados en el tiroteo entre los atacantes y las fuerzas de seguridad, cientos de estudiantes huyeron al bosque de los alrededores y una parte fueron secuestrados.
«En este mismo momento, el ejército se enfrenta a los bandidos en el bosque. Haremos cuanto podamos para encontrar a los niños secuestrados», declaró el domingo el gobernador del estado, Aminu Bello Masari. No especificó cuántos estudiantes fueron secuestrados.
«El colegio tiene 839 alumnos inscritos y por el momento estamos sin noticias de 333 de ellos», precisó el gobernador.
«Siguen saliendo estudiantes del bosque», dijo, y agregó que según algunos alumnos los atacantes secuestraron a varios de sus compañeros.
Osama Aminu Maale, de 18 años, logró escapar y regresar a casa. «Los hombres armados que nos capturaron ordenaron a los estudiantes de más edad que nos contaran. Éramos 520», declaró por teléfono.
Unicef y la ONU condenan el ataque
Primero transportaron a los rehenes en autobuses y después los dividieron en grupos para una larga caminata. Entonces fue cuando el joven y cuatro de sus compañeros lograron escapar.
«Uno de los bandidos me pegó varias veces porque no podía seguir el ritmo de la marcha. Me dejó atrás, lo que me dio una oportunidad de escapar», explicó.
Desde el ataque, se han cerrado todos los centros de secundaria del estado de Katsina. El presidente Muhammadu Buhari condenó el sábado el ataque, cometido por «cobardes» contra «niños inocentes», y prometió reforzar la seguridad en los colegios.
Unicef exigió este domingo «la liberación incondicional de todos los niños secuestrados».
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, también condenó este domingo el ataque y pidió la liberación de los menores, en un comunicado difundido por su portavoz. Los «ataques contra escuelas y otros lugares de educación constituyen una grave violación de los derechos humanos», afirmó.
Las bandas armadas siembran el terror desde hace años en las zonas rurales del centro y norte de Nigeria. Roban ganado y llevan a cabo secuestros, a veces masivos, para pedir el pago de rescates.