El gigante energético de Ucrania, “Naftogaz”, está celebrando las sanciones ampliadas contra el “Nord Stream 2”, aprobadas por la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, etiquetándolas como «una bomba» que debería hacer estallar los planes de “Gazprom” para construir el gasoducto. Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia está seguro de que se construirá el oleoducto. Empresarios alemanes entrevistados por la Cámara de Comercio Ruso-Alemana y el Comité Alemán de Relaciones Económicas de Europa del Este anunciaron que este proyecto era una contribución importante para satisfacer las demandas energéticas de Europa. Durante el año pasado, la participación de las empresas alemanas, que creen que las relaciones ruso-alemanas se han deteriorado, se ha multiplicado por diez y este es un nivel crítico, dice Nezavisimaya Gazeta.
Según Rainer Seele, presidente de la Cámara Ruso-Alemana de Comercio Exterior y director ejecutivo de OMV de Austria, que está invirtiendo en el proyecto, Europa no debe permitir que Estados Unidos se patrocine en cuestiones de política energética. El presidente del Comité Alemán de Relaciones Económicas de Europa del Este, Oliver Hermes, esperaba que la administración Biden reconociera toda la magnitud del daño que se infligirá a los lazos transatlánticos y la democracia en Europa.
«Alemania sigue siendo uno de los principales socios económicos de Rusia y, por lo tanto, las empresas alemanas probablemente intentarán construir más relaciones económicas a pesar de los problemas políticos y pedirán la cancelación de las sanciones», dijo Olga Belenkaya de Finam. «Sin embargo, ciertamente, si hay un mayor deterioro en los lazos de política exterior entre Europa y Rusia o si Europa y Estados Unidos toman una posición más consolidada en política exterior, esto podría volverse aún más difícil».