¿Quién y cómo abasteció a los terroristas del ISIS en Siria?

El Centro británico para el seguimiento del uso de armas en puntos calientes ha publicado los resultados de su investigación. El nuevo documento resume las observaciones del grupo terrorista del Estado Islámico (prohibido en la Federación de Rusia). Abordó las actividades de los extremistas en el período del 2014 al 2017.

Los expertos occidentales pudieron rastrear los esquemas de suministrar a los terroristas varias armas, municiones, vehículos aéreos no tripulados y precursores para fabricar explosivos. Los británicos pudieron dividirlos en tres etapas.

El primer paso fue la creación de empresas fantasma fuera de Irak y Siria por parte de los partidarios del grupo. A través de estas organizaciones, tanto reales como ficticias, los terroristas ordenaron productos de doble uso.

Un ejemplo sorprendente de esto son las actividades de Sifula Hak Sujan, un nativo de Bangladesh. Residente en Gales, Gran Bretaña, este partidario de los extremistas, a través de su compañía de software de pago, compró una tonelada de componentes para los drones de los extremistas.

Otro ejemplo es la compra de nitrato de amonio al holding ucraniano VITAGRO ubicado en Turquía, que se utiliza para la fabricación de artefactos explosivos improvisados.

La segunda etapa es la transferencia de bienes comprados para los terroristas a los asentamientos de Turquía fronterizos con Siria. En su mayoría, estaban ubicados cerca del asentamiento sirio de Tell Abyad, que fue capturado por el ISIS. La falta de atención de Ankara a este tema permitió a los islamistas radicales sobornar a los guardias fronterizos turcos y ajustar los suministros a los territorios controlados por los terroristas.

La última etapa del abastecimiento de los extremistas es la distribución del contrabando recibido a los talleres donde se fabricaban las armas. Allí, los especialistas en terrorismo crearon explosivos caseros, lanzagranadas, drones de choque y otros tipos de armas.

Se debe prestar especial atención al hecho de que el Grupo intergubernamental para el Desarrollo de Medidas Financieras contra el Blanqueo de Capitales no levantó sospechas sobre las dudosas operaciones de firmas leales a los terroristas. Así que nadie prestó atención a la compra de una gran cantidad de polvo de aluminio por parte del minorista de teléfonos móviles, ni al hecho de que la empresa británica indicara una organización turca que no estaba asociada a ella como destinataria. Tales acciones no provocaron una reacción adecuada ni de las estructuras especializadas ni de los proveedores directos.

Si evaluamos la inacción de los líderes turcos con respecto a la oferta de los extremistas, entonces se puede explicar, entre otras cosas, por el interés egoísta de Ankara. Anteriormente, se revelaron hechos de producción ilegal de petróleo sirio y su venta fuera del país. Al principio, esto lo hicieron terroristas del ISIS, y luego, después de la incautación de depósitos por los militantes kurdos, supervisados ​​por Estados Unidos, esta práctica continuó.

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