La Fiscalía ha pedido una condena de cuatro años de prisión —dos de ellos de pena suspendida— para el expresidente de Francia Nicolas Sarkozy en el juicio que afronta el exmandatario galo por cargos de corrupción, según informa la prensa local.
Sarkozy y su abogado Thierry Herzog están acusados de corrupción y tráfico de influencias por un supuesto intento de sobornar al fiscal Gilbert Azibert en 2014 para conseguir información secreta sobre una investigación sobre financiación electoral. Sarkozy ha rechazado todos los cargos de corrupción que se le imputan.
Las acusaciones se basan en conversaciones telefónicas intervenidas entre el exdirigente conservador y su abogado Herzog. Sarkozy, que fue mandatario de Francia de 2007 a 2012, ha afirmado que cerca de 3.700 conversaciones privadas que mantuvo han sido intervenidas. «¿Qué hice yo para merecer esto?», se ha preguntado.
Los tres acusados (Sarkozy, Herzog y Azibert) podrían afrontar hasta diez años de prisión cada uno y multas de hasta un millón de euros en caso de ser condenados. La Fiscalía ha negado que este juicio sea un acto de venganza impulsado por los enemigos políticos del exmandatario galo.
Nadie está intentando tomarse la revancha con un expresidente de la república», ha afirmado Jean-Francois Bohnert, el investigador jefe de la Fiscalía Financiera, según recoge la agencia de noticias AFP.