Rusia ha puesto a prueba su fuerza nuclear en una maniobra estratégica, durante la cual ha lanzado varios tipos de misiles balísticos de alta precisión.
En un simulacro, celebrado este miércoles, las Fuerzas Armadas de Rusia han practicado un entrenamiento de la gestión de sus fuerzas estratégicas que involucró a los grupos operativos y activos de los componentes terrestre, naval y de aviación de las fuerzas nucleares.
Durante estas maniobras, un misil balístico internacional fue lanzado desde el cosmódromo estatal de pruebas Plesetsk, en el noroeste del país euroasiático. Además, se realizó el disparo de un misil desde un submarino nuclear ubicado en las aguas del mar de Barents.
Por su parte, los aviones de combate rusos Tu-160 y Tu-95MS probaron desde el aire varios misiles de crucero de alta precisión y largo alcance en los aeródromos Engels (sur) y Ukrainka, en el este de Siberia
Según ha comunicado el Ministerio de Defensa de Rusia, el entrenamiento se realizó bajo la supervisión del comandante en jefe supremo, el presidente Vladímir Putin, y las tareas de formación “se completaron en su totalidad”.
Durante los últimos años, Rusia ha llevado a cabo muchos procesos de modernización de sus armas para hacer frente a los desafíos, y dice estar a la vanguardia en la construcción de armamento de última tecnología.
Moscú, no obstante, asegura que nunca hará uso de sus armas, incluso nucleares, a menos que vea amenazada su seguridad nacional a raíz de las actividades provocativas de otros países, en particular EE.UU., que el pasado año salió del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés).
Este pacto fue el primer convenio entre dos superpotencias para eliminar toda una categoría de armas nucleares, es decir, todos los misiles que pueden ser lanzados desde tierra con un alcance de entre 500 y 5500 km.,