El político e intelectual Hugo Moldiz analizó las variables que hicieron posible el golpe de Estado en noviembre de 2019 y trazó un balance del primer mes del gobierno del MAS. «En apenas 30 días se logró estabilizar la economía, lanzar un bono contra el hambre, recuperar las empresas estatales y reimpulsar la integración latinoamericana», aseguró.
A un mes de su asunción, el presidente boliviano Luis Arce ha logrado contener la caída económica y ha advertido que no habrá impunidad por los crímenes cometidos durante el gobierno de facto.
«Arce ha recibido un país quebrado. Bolivia era la economía que más había crecido en Suramérica según todos los indicadores internacionales, pero el gobierno de Jeanine Áñez la quebró. Esto genera cierta presión sobre el gobierno por las grandes expectativas que ha generado», señaló el Hugo Moldiz, abogado y exministro de Gobierno de Bolivia.
Sin embargo, subrayó que «se ha comenzado a estabilizar la economía y los riesgos de un proceso hiperinflacionario se han alejado, lo cual ha devuelto tranquilidad a los sectores productivos y empresariales, pequeños y grandes».
Por otro lado, Moldiz –quien permaneció asilado en la embajada de México en La Paz tras el golpe de Estado de 2019– llamó a «neutralizar a los grupos paramilitares de Santa Cruz que fueron clave en el golpe» y aseguró que el actual mandatario trabaja para «que no haya impunidad sobre lo que ha pasado».
Y afirmó que «el bloqueo general de caminos de agosto pasado» preanunció el triunfo del MAS. «La dictadura no podía salir a reprimir, no porque no quisiera. El predominio del aparato del Estado, FFAA y policía sobre la sociedad civil terminó enterrando a la dictadura«, dijo.
Moldiz reconoció que «cuando se da el golpe, es como si Bolivia hubiera clasificado al mundial de futbol: la clase media y los sectores atrasados del campo popular festejaron mucho». Pero luego de esa experiencia, el MAS y los movimientos sociales tomaron nota.
«En mayo pasado comenzó a cohesionarse nuevamente el movimiento social y a reconstituirse el campo popular», dijo el exfuncionario, que celebró que «Arce y David Choquehuanca hayan impulsado una renovación de figuras, con una gran presencia de jóvenes» en el gabinete.
En tanto, analizó el rol del expresidente Evo Morales y dijo que si bien «ocupa un lugar distinto que en el pasado», continúa siendo el «líder político» del MAS.
«El proceso de cambio va más allá de que Evo esté en la presidencia. Eso está claro», aseguró.
Elecciones parlamentarias: ¿una nueva etapa para el chavismo?
«Los resultados vienen a reafirmar una victoria de un sector del chavismo: el que está en gobierno. El que sale fortalecido es Nicolás Maduro y sus principales colaboradores», aseguró en relación con los recientes comicios parlamentarios el periodista Marcos Salgado.
En tanto, remarcó que «tampoco aparece nadie que pueda cuestionar la hegemonía de Maduro al frente del chavismo».
«De todas formas, no hablaría de una consolidación del gobierno. Habrá un cierto orden institucional, pero el problema es la crisis económica», agregó.
El corresponsal de Hispan TV en Caracas explicó que «el bolívar ha desaparecido y la economía bancarizada se maneja con dólares, como en Ecuador, pero sin una dolarización formal». Con todo, «no se habló del tema económico en campaña», dijo.
«Hubo un divorcio de la realidad y el bajo porcentaje de participación habla de un voto castigo a la política en general por parte de los venezolanos», sostuvo Salgado, quien recordó que «votó el 30 por ciento del electorado, un número no muy común en Venezuela».
En tanto, afirmó que con la victoria del oficialismo en la Asamblea Nacional «termina un ciclo de años de poder legislativo en manos de una oposición que en lugar de ocuparse de legislar y de resolver problemas se dedicó a tratar de tumbar a Maduro».
En ese sentido, adujo que los resultados dejan «con poco oxígeno a Juan Guaidó y su espacio a corto plazo». «Su margen de maniobra está limitado y ha perdido la capacidad de calle, pero no por la pandemia», apuntó.
No obstante, señaló que «puede seguir habiendo una pelea política porque el sector de Guaidó no ha desaparecido del mapa».
«Es una pelea política que –dijo– deja por afuera a una parte mayoritaria de la población que se ha retirado de esa polarización».
Por lo pronto, el gobierno ha obtenido las bancas necesarias para «tener una mayoría cómoda y aprobar leyes, incluso las llamadas leyes orgánicas o de más estatura institucional, que se votan con los tres quintos de la Asamblea», remarcó Salgado.