Las preocupaciones siguen los planes recientes anunciados por la administración Trump para limitar su personal militar en Irak y Afganistán junto con una posible salida del portaaviones USS Nimitz ahora estacionado en el Golfo Pérsico.
Las tropas estadounidenses que se retiran del Medio Oriente pueden brindar una oportunidad para que Irán lleve a cabo ataques militares en la región, dijo el lunes un oficial militar familiarizado con la región a Associated Press.
Según el funcionario, con tal escenario dado, el ejército estadounidense ha decidido que el USS Nimitz debe permanecer en el Golfo Pérsico «durante algún tiempo más». Además, se puede desplegar otro escuadrón de aviones de combate en la región, si es necesario.
A mediados de noviembre, el secretario interino de Defensa, Christopher Miller, anunció que para el 15 de enero de 2021, la presencia militar estadounidense en Irak y Afganistán se reducirá a 2.500 efectivos en cada país. Poco después, el asesor de Seguridad Nacional, Robert O’Brien, expresó sus esperanzas de que todos los soldados estadounidenses regresaran sanos y salvos a Estados Unidos en mayo.
Un informe de Axios dijo el mes pasado que las Fuerzas de Defensa de Israel fueron puestas en alerta por los temores de posibles ataques de represalia contra Israel, ya sea por parte de Irán o a través de «sus representantes en Siria, Gaza y Líbano». Las especulaciones sobre posibles ataques militares se han intensificado tras el asesinato del médico nuclear iraní Mohsen Fakhrizadeh, por el que los funcionarios iraníes atribuyeron la responsabilidad a la inteligencia israelí y amenazaron con tomar represalias.
Traer a los soldados estadounidenses de regreso a casa y poner fin a las «guerras interminables» en todo el mundo fue una de las promesas clave que hizo Trump durante su campaña electoral de 2016 y que ha cumplido gradualmente durante su mandato en la Casa Blanca. En 2018, el presidente de Estados Unidos anunció una retirada total de las tropas de Siria, que, sin embargo, se prolongó antes de que Washington dijera que mantendría parte de su contingente en el país para «asegurar los campos petroleros».
Hasta ahora, hay alrededor de 3.000 soldados estadounidenses en Irak y aproximadamente 4.500 soldados estadounidenses en Afganistán. Según un informe del Departamento de Defensa, las guerras en Afganistán, Irak y Siria han costado a los contribuyentes estadounidenses más de 1,57 billones de dólares desde los ataques del 11 de septiembre.