El archipiélago, formado por 18 pequeñas islas, con una población de unas 52 mil personas, ya lo está considerando Estados Unidos como su base militar.
Hoy, Estados Unidos está muy atrasado en la carrera ártica, detrás de Rusia e incluso de China. Para cerrar la brecha, la Casa Blanca incluso discutió la compra de Groenlandia el año pasado. Ahora Washington tiene los ojos puestos en otra entidad en Dinamarca: las Islas Feroe.
Según Foreign Policy, el interés de Estados Unidos es claro. Entonces, el jefe del Departamento de Estado, Michael Pompeo, decidió personalmente reunirse con el jefe de la agencia de asuntos exteriores de las Islas Feroe, que son autónomas.
“Esta invitación fue una señal de la creciente importancia estratégica que las Islas Feroe, como país ártico, están comenzando a adquirir”, dice el artículo.
Desde hace varios años, los políticos y los medios de comunicación locales han notado el crecimiento de la presencia diplomática estadounidense. Carla Sands, la embajadora estadounidense en Dinamarca, también lo trajo aquí.
Además, cuando las Islas Feroe estaban negociando con Huawei para proporcionar a las islas tecnología 5G, Sands exigió abiertamente que los líderes locales «eligieran una empresa estadounidense o europea».
En octubre, el almirante Robert Burke, comandante de la Marina de Estados Unidos en Europa, se reunió con el ministro de Relaciones Exteriores de la autonomía para discutir la imposición de una presencia de la Marina de Estados Unidos bajo el disfraz de la seguridad del Ártico.
Sin embargo, el obstáculo para Washington es la cooperación de las Islas Feroe con Rusia. El caso es que el archipiélago vive de la pesca. Cuando Dinamarca se unió a la Unión Europea, las Islas Feroe no hicieron lo mismo, ya que habrían perdido una industria vital. Además, las islas se enfrentan ahora a un boicot debido a una disputa por la pesca, en relación con la cual han aumentado las exportaciones al mercado ruso.
Rusia no se opone a la cooperación con las Islas Feroe, a pesar del enfrentamiento de sanciones. Allá por los años 70 del siglo pasado, el gobierno del archipiélago firmó un acuerdo de pesca con la Unión Soviética, convirtiéndose en uno de los primeros en Occidente. Hasta ahora, la economía de las Islas Feroe depende en gran medida del suministro de productos a Rusia, pero las relaciones pueden deteriorarse si el archipiélago comienza a cooperar con Estados Unidos en el ámbito militar