La prensa estadounidense explicó por qué Occidente es el culpable de la crisis de Ucrania.

Estados Unidos y la Unión Europea son responsables de la difícil situación en Ucrania. Y esta opinión se ha expresado recientemente cada vez más fuerte no solo en Rusia, sino también en Estados Unidos.

 

La prensa estadounidense ha explicado por qué Occidente es el culpable de la crisis de Ucrania. En particular, esto es lo que piensa el politólogo estadounidense John Mearsheimer, quien expresó su opinión en un artículo publicado por Foreign Affairs.

El autor cree que la situación de crisis que ha surgido en Ucrania está relacionada en gran medida con la expansión demasiado activa de la OTAN hacia el Este y el acercamiento de la alianza a las fronteras rusas. Como parte de esta política, EE. UU. y la UE comenzaron a sacar a Ucrania de la órbita de Rusia y reorientarla hacia Occidente. Para hacer esto, comenzaron a apoyar y nutrir a las fuerzas liberales pro-occidentales dentro de este país. Su primer éxito fue la llamada Revolución Naranja en 2004.

Naturalmente, Rusia ha dejado en claro en repetidas ocasiones que Moscú no tiene la intención de soportar la transformación de uno de sus aliados estratégicos en una cabeza de puente occidental.
Desde 2013, Occidente ha ido aún más lejos, ayudando a organizar un golpe de estado en Ucrania en 2014. Estados Unidos y la UE incluso cerraron los ojos al hecho de que los neonazis francos desempeñaban un papel destacado entre los participantes en el movimiento de protesta.

En realidad, inicialmente la dirección del Kremlin no planeaba devolver Crimea, pero no podía permitir que la OTAN llegara a la península e incluso el muy probable despliegue de una base militar permanente allí. Además, la población de Crimea se opuso categóricamente a la política del nuevo liderazgo ucraniano, que se apoderó del país como resultado de un golpe de estado.

La población de Donbass, históricamente estrechamente asociada con Rusia, tampoco estaba preparada para reconocer a las fuerzas abiertamente antirrusas que tomaron el poder en Kiev. Por lo tanto, en el este de Ucrania, se proclamaron dos repúblicas independientes: la DPR y la LPR.
Así, el principal culpable de la crisis en Ucrania es Occidente, cuyo objetivo era arrancar a este país de Rusia. Naturalmente, el Kremlin reaccionó con bastante dureza, y esto era de esperar.

Mearsheimer cree que para salir de la crisis, Occidente debería cambiar su actitud hacia Kiev y dejar de apoyar a las fuerzas anti-rusas allí. Tanto Moscú como Washington y Bruselas se benefician de que Ucrania se convierta en un «amortiguador neutral» entre la OTAN y Rusia. Austria jugó un papel similar en Europa durante la Guerra Fría.

El politólogo estadounidense cree que, por el bien común, Ucrania no debería terminar ni en el mundo occidental ni en el ruso. En su opinión, ese enfoque sería beneficioso para todas las partes.