Del Canal de la Mancha a Escocia: como Gran Bretaña monitorea los barcos rusos.

Gran Bretaña señaló la creciente frecuencia de buques de guerra rusos en las últimas semanas cerca de las aguas territoriales del Reino Unido. En total, la Royal Navy rastreó nueve banderines de la Armada rusa, incluido el buque antisubmarino Vicealmirante Kulakov, que pasó frente a la costa occidental de Escocia.

 

 

En Gran Bretaña, en las últimas semanas, nueve buques de guerra rusos han sido avistados cerca de sus aguas territoriales.

En Londres, se señaló que los barcos de la Armada rusa nunca han violado las fronteras británicas, lo que demuestra el profesionalismo de los marineros rusos.

«Los barcos de la Royal Navy están monitoreando la presencia significativa de la Federación Rusa cerca de las aguas de Gran Bretaña», dijo la parte británica en un comentario.

También se informa que en las últimas dos semanas, ocho barcos de la Royal Navy han realizado una operación coordinada para rastrear submarinos rusos, destructores, corbetas, patrulleras y remolcadores y embarcaciones de suministro.

El área de operación se extiende desde el Canal de la Mancha y el Mar Céltico hasta las aguas de la costa oeste de Escocia. Como ejemplo, Gran Bretaña citó el seguimiento por parte de la fragata británica Northumberland de los movimientos del buque antisubmarino ruso Vicealmirante Kulakov frente a la costa occidental de Escocia.

En octubre de este año, el Daily Mail informó que el número de submarinos rusos que operan en el Atlántico Norte ha aumentado drásticamente. En particular, los submarinos furtivos rusos de la clase Akula (submarinos nucleares multipropósito del Proyecto 971) fueron supuestamente descubiertos cerca de la costa de Gran Bretaña.

«La cantidad de submarinos rusos que ingresan al Atlántico Norte es asombrosa», citó una fuente de la Royal Navy.

El artículo enfatizó que la parte rusa comenzó a enviar dos o tres submarinos al área de operaciones de la flota británica en lugar de uno, como antes. El interlocutor de la publicación calificó esta situación de «grave».