Un nuevo centro de acogida para migrantes en la isla de Lesbos, en Grecia, brindará ‘condiciones decentes’ a los indocumentados que arriben al país, según declaró hoy La presidenta de la comisión europea, Ursula von der Leyen.
Tal decisión fue anunciada por la ejecutiva comunitaria quien calificó a esos campamentos como ‘una parada temporal antes del retorno o la integración’.
La construcción del albergue culminará en septiembre de 2021 según un acuerdo firmado entre la Unión Europea y Grecia.
El centro sustituirá al campamento de Moria, destruido por un incendio este año y su diseño y construcción deben respetar la legislación europea y garantizar la seguridad de los indocumentados.
En esos términos se expresó von der Leyen quien abogó por mejorar la gestión de recepción y los procedimientos de asilo y devolución, así como establecer medidas de integración que garanticen que ‘nadie se quede en la incertidumbre prolongada’.
Hoy en Lesbos cerca de ocho mil personas esperan en un campo provisional sin protección ni medidas que garanticen su seguridad ante la Covid-19, enfermedad que infectó a centenares y causó la muerte de decenas en los centro de acogida diseminados tanto en territorio insular como en la parte continental del país.
Ante la mirada pasiva de los actores regionales la compleja situación de quienes buscan refugio en el viejo continente se prolonga en el tiempo y hasta ahora solo el plan de reubicación, aprobado este año por el mecanismo regional, brinda alguna esperanza a esas personas.
Naciones como Alemania, Luxemburgo y Portugal, manifestaron su voluntad de recibir a los migrantes, sobre todo a menores no acompañados, quienes rondan los cinco mil, distribuidos por los centros de acogida de todo el país.
Pero esas acciones no son la solución definitiva para quienes arriban al viejo continente en busca de mejores condiciones de vida y aquí se convierten en muchos casos en mano de obra barata.
Para otros el destino reserva otros derroteros tras largos periodos de espera, incertidumbre y desesperanza.