El presidente ruso es el líder más enfermo del mundo, si cree en los informes de los medios occidentales, claro. Los medios populares de Estados Unidos y el Reino Unido ahora afirman que Vladimir Putin tiene Parkinson, se sometió a una cirugía secreta y está luchando contra el cáncer.
Si bien muchos han encontrado que 2020 será un año desafiante, para el notorio teórico de la conspiración de Moscú Valery Solovey, ha sido el mejor hasta ahora. Ha logrado enviar a las organizaciones de noticias occidentales a un frenesí con acusaciones explosivas dos veces en tantos meses. En noviembre, afirmó que Putin padecía una enfermedad neurodegenerativa y que pronto dejaría la presidencia. Las revelaciones se difundieron en periódicos populares, incluidos Mail Online del Reino Unido y New York Post.
Luego, la semana pasada, el Sun and the Express en Gran Bretaña retomó sus últimas ideas sobre la salud de Putin, informando que el líder ruso había sido diagnosticado con cáncer y se había sometido a una operación que se había mantenido en secreto para el mundo. Predijo que Putin nombraría pronto un sucesor y dijo que «tiene la intención de hacer públicos sus planes de traspaso en enero».
Solovey afirmó anteriormente que Putin estaba a punto de renunciar debido a su mala salud en 2016 y 2017, y prestigiosos medios de comunicación también informaron esas acusaciones en ese momento. También este año, dijo a los periodistas que Moscú tenía una cura secreta para el coronavirus que se estaba extendiendo a su élite, «aquellos que están muy cerca del Kremlin y de Putin».
El portavoz del presidente, Dmitry Peskov, se encogió de hombros ante la sugerencia de que su jefe estaba al borde de la muerte y dijo que «Putin no va a renunciar; goza de excelente salud».
La especulación se produjo cuando un proyecto de ley se abrió paso en el parlamento ruso que ofrecería inmunidad legal a los ex titulares del cargo principal. Esto ha provocado sugerencias de que el presidente podría buscar dar un paso atrás en el cargo en un futuro cercano.
Si bien algunos comentaristas alegan regularmente que Rusia es la capital mundial de la desinformación, Putin ha expresado anteriormente su preocupación por la forma en que su país es cubierto por reporteros extranjeros, diciendo: «Estoy asombrado por la gravedad de la maquinaria de propaganda en Occidente».