El ministro del Interior de Francia, Gerald Darmanin, ha confirmado este miércoles que se llevarán a cabo «acciones masivas y sin precedentes» contra el «separatismo islámico», con la inspección de 76 mezquitas de todo el país, y ha anunciado que algunas de ellas serán clausuradas.
El Ministerio del Interior, según publica el diario ‘Le Figaro’, ha puesto en conocimiento de las autoridades locales un documento con 76 mezquitas y lugares de culto sospechosos de este «separatismo islámico», de las cuales una quincena estarían en la región de París, mientras que otros 18 que podrían ser cerradas de inmediato.
Entre los motivos para decretar estos cierres están desde el incumplimiento de una decisión de clausura previa, como es el caso de algunos de estos lugares, así como la presencia de imanes que han sido registrados en los archivos elaborados por el Gobierno para prevenir «la radicalización de carácter terrorista», o por tratarse de centros clandestinos sin autorización.
El Ministerio del Interior ha informado de que la medida busca combatir el «creciente número de estas mezquitas no afiliadas», así como otros «lugares de culto que desean pasar deliberadamente desapercibidos», los cuales están «libres de cualquier tutela y no participan en las elecciones que supuestamente regulan el Islam de Francia».
Antes de final de año, el resto de mezquitas que no sean clausuradas, detalla el informe, deberán someterse, al igual que sus responsables y algunos de sus asistentes, a una serie de controles administrativos para revelar el carácter de las actividades que se desempeñan en ellas.
El anuncio de Darmanin se produce una semana antes de que se debata el proyecto de ley del Gobierno francés con el que pretende combatir la radicalización que se estaría llevando a cabo en algunos de estos centros de culto, situados sobre todo en las comunidades más vulnerables del país.
El violento asesinato del profesor francés Samuel Paty, apuñalado y decapitado a plena luz del día a mediados de octubre, por mostrar caricaturas del profeta Mahoma durante una de sus clases para tratar la cuestión de la libertad de expresión, puso de nuevo sobre la mesa el concepto de «separatismo islámico», que acuñó el presidente, Emmanuel Macron.
«Debemos atacar el separatismo islámico. El laicismo forma parte de los cimientos de Francia», dijo Macron semanas antes del asesinato de Paty, mientras anunciaba este proyecto de ley, que entre otras cosas persigue erradicar el adoctrinamiento dentro de estos centros y la prohibición de la llegada de imanes formados en el extranjero.
«El islamismo radical, al crear leyes por encima de las que existen actualmente en el país, es un peligro para Francia porque algunas veces se traduce en una sociedad paralela», apuntó por aquel entonces el presidente Macron.