El Tribunal de Estrasburgo condena a Rusia por la «pasividad» de su policía ante la homofobia.

La Corte Europea de Derechos Humanos multa al Gobierno ruso por no impedir las agresiones contra manifestantes LGTBI.

 

 

La  comunidad LGTBI en Rusia acaba de lograr una pequeña aunque significativa victoria moral en Europa. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado a Rusia por la «pasividad» que mostró su policía ante las agresiones que sufrieron militantes de este colectivo durante una manifestación que tuvo lugar en el 2013 en San Petersburgo.

El veredicto ha sido adoptado por unaniminad por los siete jueces que componían el tribunal, sin que ninguno de ellos emitiera voto particular alguno.  Según el redactado de la sentencia, las personas LGTBI (Lesbianas, homosexuales, transgenero, bisexuales e intersexuales) constituyen «una minoría vulnerable»  que debe afrontar «la hostilidad del público en Rusia».

En concreto, los magistrados condenan a las autoridades rusas a pagar una indemnización de 10.000 euros «por daños morales» a una mujer que participó en una marcha LGTBI que se celebró hace siete años en la segunda ciudad rusa, que fue atacada físicamente durante el acto y que finalmente fue arrestada por las fuerzas del orden.
Las autoridades  rusas «no tomaron medidas para facilitar el acceso a la convocatoria» y «no protegieron a la demandante de las agresiones homófobas cometidas por los contramanifestantes», critica la resolución judicial.