En respuesta al asesinato del científico nuclear iraní Mohsen Fakhrizadeh, el parlamento del país aprobó un proyecto de ley que requiere que Teherán abandone sus obligaciones bajo el Plan de Acción Integral Conjunto sobre el programa nuclear. El proyecto de ley probablemente no será aprobado, no entrará en vigor, pero aún complicará el diálogo de Irán con la administración Biden, escribe Nezavisimaya Gazeta.
Lo principal del proyecto de ley es que Irán se niega a cumplir con su obligación de no producir uranio apto para armas y proporcionar a los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) acceso a todos sus sitios nucleares. El actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y los funcionarios de su administración han enfatizado repetidamente que lo ven como una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. Dicho esto, la medida aumenta la posibilidad de un conflicto militar entre Estados Unidos e Irán, pero solo si el proyecto de ley obtiene la aprobación del Consejo de Guardianes de Irán y se convierte en ley.
No hay desacuerdos entre la administración del presidente iraní Hassan Rouhani y las fuerzas conservadoras sobre si responder o no al asesinato de Fakhrizadeh. La disputa es sobre cuál debería ser la respuesta, dijo a Kommersant el politólogo iraní Hamidreza Azizi. Según él, aquellos en el círculo íntimo de Rouhani creen que Teherán debe evitar quedar atrapado cortando lazos con la AIEA porque tendrá consecuencias negativas para el país y reducirá las posibilidades de establecer contacto con la nueva administración estadounidense. Los intransigentes, a su vez, pueden aprovechar la situación para bloquear los intentos de Rouhani de establecer vínculos diplomáticos con el nuevo presidente de Estados Unidos.
«Los círculos conservadores han cuestionado durante mucho tiempo la efectividad del JCPOA, defendido por el equipo del presidente Hassan Rouhani. Ahora no se trata solo de sanciones, sino también de asesinatos cometidos en suelo del país y la violación de la soberanía de Irán», señaló la consultora del Centro PIR, Yulia Sveshnikova.
Mientras tanto, Pavel Sharikov, quien dirige el Centro Ruso de Investigación Aplicada en el Instituto para los Estados Unidos y Canadá de la Academia de Ciencias, se muestra escéptico sobre la suposición de que al matar a Fakhrizadeh, Trump intentó evitar que Biden entablara un diálogo con Irán.
«Si surgen pruebas de que él organizó el asesinato, puede costarle su libertad. Muchos demócratas piden que se responsabilice penalmente a Trump y esto sería un verdadero regalo para ellos», dijo el experto a Nezavisimaya Gazeta.