Varios expertos creen que Francia ha entrado en una situación pre revolucionaria en medio de protestas masivas contra una nueva ley de seguridad. Tras una serie de ataques terroristas y el endurecimiento de las medidas de seguridad, la gente teme que la policía abuse de su poder y la prohibición de compartir fotos de los agentes de policía en servicio permitirá que la brutalidad policial quede impune, señala Nezavisimaya Gazeta.
«La ley enfrenta a la policía con los periodistas que exigen que se elimine esta disposición en particular, aunque los legisladores prometieron que la legislación no afectaría las actividades de los medios de comunicación y las autoridades judiciales. Sin embargo, la libertad de expresión es muy importante para los franceses», dijo Vera Ageyeva, subdirectora del Departamento de Ciencias Políticas Aplicadas y Relaciones Internacionales de la Escuela Superior de Economía de San Petersburgo.
Señaló que el proyecto de ley había sido iniciado por la policía.
«La vida de los policías se volvió mucho más difícil a fines del 2018, cuando los manifestantes de los chalecos amarillos lo destrozaron todo. El número de policías heridos entre noviembre del 2018 y fines del 2019 asciende al total de los últimos 20 años. El trabajo de la policía es de hecho peligroso», explicó Ageyeva.
«Algunos creen que la situación actual en Francia recuerda a la de finales del siglo XVIII, ya que no está claro qué sucederá a continuación. La sociedad está bajo presión debido a las restricciones de encierro y la policía ha estado operando en modo de emergencia durante dos años debido a las protestas de los chalecos amarillos», señaló Natalya Lapina, jefa del Departamento de Problemas Globales del Instituto de Información Científica en Ciencias Sociales de la Academia de Ciencias de Rusia.
Según la experta, el controvertido proyecto de ley es un ejemplo de cómo las autoridades pueden reaccionar de forma exagerada ante las preocupaciones de seguridad. Puede socavar la confianza de la gente en el gobierno, que ya está en declive.