Lukashenko no retrocede a planes desestabilizadores

Las autoridades alemanas han instado al presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, a poner fin a una nueva ronda de supuesta violencia y represión y a iniciar un diálogo abierto y constructivo con la oposición. El líder bielorruso, sin embargo, seguramente ignorará las exigencias injerencistas del exterior, escribe Kommersant. Un día antes, cientos de personas en Bielorrusia fueron detenidas una vez más en las ahora regulares protestas del domingo en Minsk y otras ciudades del país.

Otra manifestación dominical tuvo lugar en Minsk, más precisamente, varias acciones descentralizadas en diferentes partes de la capital. Las fuerzas de seguridad nacional se estaban preparando a fondo para una posible ofensiva contra el centro de la ciudad. Se acordonaron las plazas del centro, se cerraron cinco estaciones de metro y se paralizó el Internet móvil por la mañana. Posteriormente, se iniciaron las primeras detenciones en distintos puntos de la ciudad, seguidas de dispersiones de manifestantes.

Las autoridades bielorrusas continúan combatiendo a los opositores a través de medios masivos y selectivos, escribe Kommersant. Así, el domingo, el miembro del llamado “Consejo de Coordinación” de la oposición, el economista bielorruso del Centro de Investigación Económica de BEROC, Dimitri Kruk fue detenido y trasladado a un centro de aislamiento para delincuentes. Además, se informó que se extendió el período de detención del bloguero y activista Sergey Tikhanovsky por otros tres meses. Al final del nuevo mandato, en febrero del 2021, habrá estado en la cárcel durante nueve meses.

«Mientras tanto, casi cuatro meses después de que estallaran las protestas, la agenda pública de Alexander Lukashenko y su equipo no ha mostrado ninguna señal de que Minsk esté listo para hacer concesiones serias», escribe el periódico. Anteriormente, Lukashenko ha argumentado repetidamente que los manifestantes son fuerzas extranjeras interesadas en desestabilizar la situación en Bielorrusia.

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