La comunidad internacional debe prevenir cualquier manifestación de neofascismo en el contexto de los intentos más frecuentes de distorsionar la historia en los últimos años. Así se afirma en un comunicado conjunto de los cancilleres de los países participantes en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) con motivo del 75 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.
DESFILE DE LA VICTORIA EN LA PLAZA ROJA DE MOSCÚ, 24 DE JUNIO DE 1945
«Observamos con pesar que en los últimos años se han hecho más frecuentes los intentos de distorsionar la historia y relegar al olvido las lecciones de esa guerra. Creemos que la comunidad internacional debe prevenir por todos los medios cualquier manifestación de neofascismo, chovinismo, toda forma de xenofobia, odio, superioridad racial y nacional, así como el nacionalismo radical»-dice en el comunicado.
«Condenamos enérgicamente cualquier esfuerzo de fuerzas políticas individuales para reescribir la historia y distorsionar los resultados de la Segunda Guerra Mundial. Expresamos nuestra profunda preocupación por la glorificación en cualquier forma del movimiento nazi, el neo nazismo y a los ex miembros de las Waffen-SS, incluso en la forma de la construcción de monumentos y memoriales y la realización de manifestaciones públicas con el fin de glorificar el pasado nazi, el movimiento nazi y el neo nazismo, así como a través del anuncio o intentos de dar a conocer los miembros de esta organización y a quienes lucharon contra la coalición anti-Hitleriana, colaboraron con el movimiento nazi y cometieron crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad y contra los participantes en movimientos de liberación, así como cambiar el nombre de las calles para glorificarlos», dice el comunicado.
Los ministros también instaron apoyar la resolución sobre la lucha contra la glorificación del nazismo, que se presenta anualmente a la consideración de la Asamblea General de la ONU, y destacaron la necesidad de intensificar los esfuerzos para prevenir los crímenes de lesa humanidad, la propagación de ideologías de odio y la discriminación por motivos raciales y religiosos.
«Preservar para las generaciones presentes y futuras la verdad histórica sobre la liberación del mundo de la ideología nazi que odia al hombre, mantener las tradiciones y el espíritu de las relaciones aliadas es nuestro deber sagrado para con la generación de victoriosos”, resumieron los Ministros de Relaciones Exteriores.