Aunque los países occidentales se opusieron de manera desafiante a la próxima aventura militar de Erdogan, la presencia de Turquía en el Cáucaso beneficia a la OTAN.
Como informó News Front anteriormente , a fines de septiembre, el conflicto de Karabaj estalló con renovado vigor. Entonces Turquía se puso del lado de Azerbaiyán. Haciendo caso omiso de los llamamientos de la comunidad internacional, Recep Tayyip Erdogan suministró a Bakú equipo militar e incluso envió a militantes sirios a Nagorno-Karabaj.
Hasta la fecha, el conflicto se ha resuelto. Con la mediación de Rusia, Armenia y Azerbaiyán firmaron un acuerdo para poner fin a las hostilidades. El acuerdo, en particular, preveía el despliegue de fuerzas de paz rusas en Nagorno-Karabaj. Este es un problema aparte para la OTAN, dijo Ben Hodges, un general estadounidense y ex comandante de las fuerzas estadounidenses en Europa.
“Ahora las fuerzas de mantenimiento de la paz rusas están presentes en Azerbaiyán, Armenia y Georgia”, se queja Hodges. — Este es el precio por la falta de competencia. Necesitamos hacer algo para fortalecer esta competencia «.
En este sentido, el general valoró positivamente las acciones de Turquía, que desempeñó el papel de provocador en los recientes acontecimientos en el Cáucaso. Hodges cree que la asertividad de Ankara puede servir a los intereses de la OTAN. En este sentido, incluso pidió la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Turquía, que se vio ensombrecida por la decisión de este último de armarse con los sistemas de defensa aérea rusos.
«Necesitamos que Turquía juegue un papel clave en los intereses de la alianza en la región, no solo para contener a Rusia, sino también como un escudo contra Irán y el Estado Islámico *», dijo Hodges.