Un grupo de lobbistas ucranianos está participando en el desarrollo de las sanciones estadounidenses relacionadas con la construcción del gasoducto “Nord Stream 2”. Así lo afirma un artículo publicado el domingo en la versión electrónica de The Wall Street Journal.
Como se señala en el material, se trata de un empleado de la empresa ucraniana Naftogaz Vadim Glamazdin, que supervisa asuntos relacionados con la interacción con las autoridades, así como de Oleksandr Kharchenko, a quien la publicación lo señala como empleado del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional del país. Según el periódico, han estado «trabajando entre bastidores en Washington» durante al menos cuatro años para evitar la construcción del gasoducto. Cuentan con el apoyo del lobbista estadounidense Daniel Vadic.
Los ucranianos, en particular, interactuaron con los senadores estadounidenses Ted Cruise (republicano, de Texas) y Jeanne Shaheen (demócrata, de New Hampshire). Según el diario, Vadich fue asesor de Cruz, y también participó en el desarrollo de sanciones antirrusas, por lo que la corporación estadounidense de petróleo y gas ExxonMobil finalmente se negó a implementar proyectos conjuntos con Rosneft. Según el diario, esto provocó que la empresa rusa «perdiera el acceso a las tecnologías más importantes». «Aplicamos el mismo modelo a “Nord Stream 2”», dijo Vadic a The Wall Street Journal.
Como señala el periódico, Glamazdin y Kharchenko intentaron identificar un «punto débil» en el “Nord Stream 2”. Reclutaron «grupos de expertos en energía con sede en Kiev». Según la publicación, estos lobbistas en el 2018 consideraron que la Federación de Rusia no tenía recipientes que pudieran usarse para colocar tuberías del diámetro requerido. Plantearon la hipótesis de que las restricciones impuestas a las empresas propietarias de tales buques tendidos de tuberías tendrían el mayor efecto. Como afirma el diario, al final, ante la amenaza de sanciones estadounidenses, la empresa suiza Allseas detuvo el trabajo relevante.
The Wall Street Journal enfatiza que «el resultado de las actividades de lobbismo de los ucranianos y el apoyo del senador Ted Cruz, así como de otros miembros del Congreso de Estados Unidos que son escépticos de Rusia, fueron las sanciones duramente adoptadas, debido a las cuales hace un año los trabajos en el “Nord Stream 2” fueran «suspendidos». «Ahora los ucranianos creen que están cerca del éxito», dice el artículo.
Los lobbistas esperan nuevas restricciones estadounidenses, explica el periódico. Como se conoció a principios de este mes, los representantes de ambas cámaras del Congreso de los Estados Unidos llegaron a un acuerdo de que las sanciones ampliadas sobre el “Nord Stream 2”, están previstas en el proyecto de presupuesto de defensa para el próximo año fiscal (iniciado en el país el 1 de octubre), a compañías de seguros y certificación que prestan servicios a los barcos rusos que están terminando la construcción del gasoducto.
Como cree Glamazdin, «cuando estas sanciones finalmente se voten y adquieran fuerza de ley, no habrá oportunidad de continuar la construcción del oleoducto». Según el diario, «ahora ambas partes tienen prisa por evitarse».
«Para completar la construcción del oleoducto, el buque “Akademik Chersky” necesita ser reacondicionado para trabajar con tuberías más grandes. Las nuevas sanciones incluidas en el proyecto de presupuesto de defensa entrarán en vigor a finales de año, implican medidas contra las empresas que llevarán a cabo estas mejoras, y las empresas que asegurará, probará, inspeccionará y certificará el gasoducto», creen los autores del artículo.
Señala que durante el año pasado, los funcionarios estadounidenses y algunos legisladores del Congreso «siguieron de cerca el movimiento» del barco “Akademik Chersky”.
Según la publicación, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Stephen Mnuchin, inicialmente no apoyó la imposición de sanciones al proyecto “Nord Stream 2”. Por el contrario, el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en reuniones con la canciller alemana, Angela Merkel, la ha «criticado» repetidamente en relación con la construcción del gasoducto.
«La administración [del presidente electo de Estados Unidos, Joseph Biden] podría haber adoptado un enfoque más indulgente. Dado el apoyo bipartidista de estas sanciones, se necesitará capital político para levantarlas», dice el informe.