Los manifestantes sirios piden la retirada de las tropas estadounidenses de Hasakah


Cientos de personas en la provincia de Hasakah, en el noreste de Siria, han organizado manifestaciones para protestar por el despliegue de fuerzas militares estadounidenses en sus áreas y las medidas arbitrarias de militantes patrocinados por Estados Unidos y liderados por los kurdos de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (SDF).

La red de noticias de televisión al-Mayadeen, con sede en Líbano y en árabe, informó que los residentes de varias aldeas, incluidas al-Salaliyah, al-Dinanir, al-Raqi, al-Suhail, Rajman y Sakher, en el flanco sureste de la provincia calles el lunes para expresar su resentimiento por el deterioro de las condiciones de vida en sus regiones, rechazar las sanciones estadounidenses y exigir la retirada de las tropas estadounidenses.

Varios lugareños en al-Shaddadi también se manifestaron en la calle principal de la ciudad para protestar contra las constantes redadas y campañas de arresto de las SDF.

Los manifestantes bloquearon la carretera principal con trozos de piedra y neumáticos en llamas para exigir la liberación de varios jóvenes detenidos recientemente por las fuerzas lideradas por los kurdos respaldados por Estados Unidos.

Desde fines de octubre de 2019, Estados Unidos ha estado reasignando tropas a los campos petroleros controlados por las fuerzas kurdas en el este de Siria, en una revocación de la orden anterior del presidente Donald Trump de retirar todas las tropas allí.

El Pentágono alega que la medida tiene como objetivo «proteger» los campos e instalaciones de posibles ataques de Daesh, ignorando el hecho de que Trump había sugerido anteriormente que Washington buscaba intereses económicos en el control de los campos petroleros.

Según los informes, las condiciones de seguridad se están deteriorando en las áreas controladas por las SDF en las provincias de Hasakah y Dayr al-Zawr en medio de redadas en curso y arrestos de civiles por parte de militantes patrocinados por Estados Unidos.

Los lugareños argumentan que las constantes redadas y campañas de arrestos de las SDF han generado un estado de frustración e inestabilidad que ha afectado gravemente a sus negocios y sus medios de vida.

Los residentes acusan a los militantes respaldados por Estados Unidos de robar petróleo crudo y no gastar dinero en sectores de servicios.

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