Las fuerzas de la región de Tigray, en el norte de Etiopía, dijeron el domingo que derribaron un avión militar y que recuperaron una ciudad en poder de las fuerzas federales, un día después de que el primer ministro anunció que las tropas gubernamentales se habían apoderado de la capital regional y que las operaciones militares estaban completas.
No hubo comentarios inmediatos del gobierno o el ejército sobre las afirmaciones hechas por Debretsion Gebremichael, líder del Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) en mensajes de texto a Reuters.
Las afirmaciones de ambos bandos son difíciles de verificar, ya que la telefonía y el internet en Tigray han estado caídos y su acceso está estrictamente controlado desde que comenzaron los enfrentamientos el 4 de noviembre.
El gobierno del primer ministro Abiy Ahmed ha estado tratando de sofocar una rebelión del TPLF, un poderoso partido de base étnica que dominó el gobierno central desde 1991 hasta que Abiy llegó al poder en 2018.
Se cree que miles de personas han muerto y que casi 44.000 han huido a Sudán desde que comenzaron los enfrentamientos. El conflicto ha sido otra prueba para Abiy, quien asumió el cargo hace dos años y está tratando de mantener unidos a un mosaico de grupos étnicos que componen los 115 millones de habitantes de Etiopía.
Abiy dijo el sábado por la noche que las tropas federales habían tomado el control de Mekelle, la capital de Tigray, pocas horas después del lanzamiento de una ofensiva, lo que puso fin a los temores de una lucha prolongada en la ciudad de 500.000 habitantes.
El primer ministro, que se refiere al conflicto de tres semanas como un asunto interno de orden público y ha rechazado las ofertas internacionales de mediación, dijo que la policía federal ahora tratará de arrestar a los “criminales” del TPLF y llevarlos a los tribunales.
El líder del TPLF, Debretsion, dijo el sábado por la noche en una serie de mensajes de texto a Reuters que sus fuerzas se estaban retirando de los alrededores de la ciudad pero que seguirían luchando, levantando la posibilidad de una guerra de guerrillas prolongada.