Semana decisiva para las negociaciones post-Brexit entre Reino Unido y la Unión Europea


Las negociaciones comerciales entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) entraron hoy en una semana decisiva, aunque sin atisbo de humo blanco a un mes de que concluya el periodo de transición post-Brexit.

Las pláticas cara a cara se reanudaron la víspera en Londres, después de que un caso positivo a la Covid-19 dentro de la delegación europea obligó a suspender los contactos presenciales días atrás, según declaró este domingo el canciller británico, Dominic Raab, la pesca sigue siendo el principal tema que les impide llegar a un acuerdo.

Cuando acabe la transición seremos un estado costero independiente, y tendremos que ser capaces de controlar nuestras aguas, recalcó Raab en una entrevista con la cadena Sky News.

Con esas declaraciones, el jefe de la diplomacia británica dio entender que Londres no acepta una presunta propuesta hecha por la UE de retornarle al Reino Unido hasta el 18 por ciento de las capturas que realice la flota pesquera europea en aguas británicas.

¿Eso es correcto? Controlar el 18 por ciento del pescado de nuestras propias aguas, eso no está bien, declaró Raab, quien agregó que el bloque europeo tiene que entender que se trata de una cuestión de principios.

El Reino Unido abandonó la UE el 31 de enero pasado como parte del proceso del Brexit, pero ambas partes se dieron un plazo de 11 meses para negociar los términos de su futura relación comercial.

Transcurridas nueve rondas de conversaciones bilaterales, y a poco más de un mes para que expire el llamado periodo de transición, las negociaciones se encuentran estancadas por desavenencias sobre las cuotas pesqueras, las leyes que evitarían la competencia desleal, y los subsidios estatales.

El viernes pasado, tras anunciarse la reanudación de las negociaciones presenciales, el jefe negociador británico, David Frost, aseguró que todavía era posible sellar un pacto antes del 31 de diciembre.

Es tarde, pero todavía es posible alcanzar un acuerdo, afirmó el funcionario británico en su cuenta de Twitter, previo al encuentro con su contraparte europea, Michel Barnier.

En caso de no firmarse un acuerdo de libre comercio antes de fin de año, el Reino Unido y la UE tendrán que regirse por las reglas de la Organización Mundial del Comercio, lo que supone la aplicación de tarifas y controles aduaneros para las mercancías británicas que entren a la zona europea, con el consiguiente aumento de los costos y las demoras en los puertos de entrada.

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