El Parlamento iraní da la máxima urgencia a la intensificación del programa nuclear.

Los parlamentarios iraníes votaron por dar la máxima urgencia al llamado plan de «medidas estratégicas para contrarrestar las sanciones», que incluye elevar el enriquecimiento de uranio al 20%. La medida llega luego del asesinato de Mohsen Fajrizade, el físico considerado clave en el programa nuclear del país.

 

 

El jefe del Parlamento iraquí, Mujamad Baqer Qalibaf, afirmó que «el proyecto de ley sobre medidas estratégicas para levantar las sanciones limitará los actos terroristas del enemigo contra Irán».

A la reunión de la Asamblea Consultiva Islámica —el principal órgano legislativo en Irán— asistieron 246 de los 209 diputados, de los cuales 232 votaron a favor de la resolución. En torno a la ley se concentraron incluso voces opuestas, como la del movimiento reformista iraní o la Coalición Conservadora de la Unidad.

Entre otras cosas, el plan prevé elevar al 20% o más el grado de enriquecimiento de uranio. Hasta el momento, Irán ha superado la tasa del 4,5% frente al umbral del 3,67% establecido el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC).

Además, se planea implicar en el enriquecimiento de uranio las centrifugadoras IR-2M, disponibles en la planta de Natanz, e instalar las centrifugadoras IR-6 en otra planta nuclear, la de Fordo. El acuerdo, entretanto, estipulaba el uso de centrifugadoras de primera generación IR-1.

El proyecto prevé asimismo restablecer el reactor de Arak en su versión previa al PAIC y construir uno nuevo. Según el acuerdo, la instalación debía reorientarse a la producción de radioisótopos con fines médicos e industriales.

«La Organización de Energía Atómica de Irán está lista para aumentar la capacidad de producción y los porcentajes de enriquecimiento», afirmó el pasado 24 de noviembre el portavoz de la Organización de Energía Atómica de Irán, Behrouz Kamalvandi.

El vocero agregó que las sanciones de EEUU no pueden detener las actividades nucleares de Irán, y «la AEOI continuará sus actividades para garantizar los derechos nucleares pacíficos del pueblo iraní».

El 27 de noviembre, el Ministerio de Defensa de Irán informó que el destacado científico nuclear Mohsen Fajrizade sucumbió en hospital a las heridas que había sufrido poco antes en un ataque cometido por un grupo de hombres armados cerca de Teherán.

Fajrizade fue señalado por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en 2018, como el director del proyecto armamentístico nuclear del país persa.

El sábado 28 el presidente de Irán, Hasán Rohani, acusó a Israel de estar detrás del asesinato del científico y aseguró que Teherán responderá a ese crimen en el momento adecuado.

El llamado Grupo 5+1 (China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia más Alemania) e Irán firmaron en 2015, tras varios años de negociaciones, el llamado Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), que imponía ciertas limitaciones al programa nuclear iraní para excluir su dimensión militar, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales. No obstante, en mayo de 2018, la Administración Trump rompió con el acuerdo y empezó a imponer sanciones contra Teherán con el argumento de que ese país seguía desarrollando armas nucleares. Washington rechazó todos los informes del OIEA que confirmaban que Teherán estaba cumpliendo cabalmente los acuerdos.

En respuesta, en enero del 2020, Irán abandonó la última de las limitaciones prácticas clave del PAIC sobre el número de centrifugadoras. No obstante, Teherán añade que seguirá cooperando con el Organismo Internacional de Energía Atómica como hasta ahora y que está preparado para volver a cumplir con sus obligaciones si las sanciones que pesan sobre el país desaparecen.

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