El parlamento armenio rechazó la propuesta de los partidos de la oposición de abolir la ley marcial presentada el 27 de septiembre. Aunque las hostilidades en Nagorno-Karabaj han cesado, el bloque gobernante afirma que «existe la amenaza de una nueva guerra». Fuentes en Ereván dijeron a Kommersant que están convencidas de que la verdadera razón de tal decisión es completamente diferente. Las autoridades necesitan la ley marcial para tener una base legal para dispersar los mítines de protesta.
«La negativa de la élite gobernante y Nikol Pashinyan a abolir la ley marcial tiene un solo objetivo: aferrarse al poder por cualquier medio para frenar el descontento popular con las limitaciones de la ley marcial. Además de la vergonzosa derrota a la que llevaron al país, la salida de la élite gobernante es ahora una cuestión de seguridad del Estado. Nikol Pashinyan debe irse», dijo a Kommersant Arman Abovyan, secretario de la facción parlamentaria «Armenia próspera».
El politólogo Hrant Mikaelian está de acuerdo con el punto de vista de la oposición.
«Pashinyan está aplicando la ley marcial para poder arrestar legalmente a los oponentes y dispersar mítines para mantener el poder», dijo a Kommersant.
Mientras tanto, el bloque gobernante admitió que los enfrentamientos armados pueden estallar nuevamente.
“Aunque la declaración de alto el fuego firmada por los tres presidentes puso fin a la guerra a gran escala, la situación en la zona de conflicto sigue siendo en gran medida inestable. En vista de que aún quedan muchas cuestiones por resolver, periódicamente surgen varios incidentes, y las provocaciones en la zona de conflicto son posibles”, dijo Mikael Zolyan, diputado de la alianza «Mi paso» a Kommersant.