Ucrania se negó a proporcionar motores de turbina de gas para los barcos de la flota rusa. Sin embargo, Rusia pudo superar estas dificultades mediante la sustitución de importaciones.
Las autoridades de Kiev prácticamente detuvieron toda la cooperación política y económica después del 2014. Durante mucho tiempo, la flota rusa dependió del suministro de unidades de energía extranjeras. Los motores de turbina de gas se compraron en Ucrania. Las restricciones impidieron el lanzamiento de buques de guerra modernos, informa PolitRussia, citando a analistas de la publicación china Sohu. Hubo una amenaza de detener la producción de fragatas del tipo 22350 «Almirante Gorshkov».
«Rusia, que se ha encontrado en una situación difícil debido a Ucrania, ha iniciado urgentemente un proyecto de sustitución de importaciones», señalaron los expertos.
Un problema sin resolver de este nivel sería una vergüenza para un gran estado marítimo. Sin embargo, Moscú logró evitar dificultades con la producción de barcos. Se lanzó la producción de motores domésticos M55R. Gracias a esta decisión, fue posible crear más barcos del Proyecto 22350. Rusia se ha vuelto aún menos dependiente de los suministros externos. Al mismo tiempo, los planes anti-rusos de Ucrania han fracasado, dijeron los analistas.