El gobierno de Estados Unidos apeló la orden de un juez destinada a prohibir la expulsión de niños migrantes que cruzaron solos la frontera con México, informaron hoy medios de prensa.
Funcionarios del Departamento de Justicia (DOJ) presentaron ayer la moción ante la Corte de Apelaciones para el Circuito del Distrito de Columbia, y solicitaron al tribunal que emita una suspensión de la orden pendiente de apelación, según la agencia noticiosa Associated Press (AP) y la cadena ABC News.
El juez federal de distrito Emmet Sullivan emitió una decisión preliminar el 18 de noviembre que prohibía la expulsión de niños no acompañados teniendo en cuenta la situación que vive el país producto de la pandemia de la Covid-19.
La orden judicial fue solicitada por grupos que demandaron al gobierno federal en nombre de los infantes porque estos fueron deportados antes de que pudieran solicitar asilo u otras protecciones legales, pero la disposición solo se aplicó a menores que cruzaron la frontera sin al meno uno de sus padres.
En su presentación del miércoles, el DOJ citó la propagación de la Covid-19 en las comunidades de Texas y Arizona a lo largo de la frontera, por lo que la orden ‘probablemente tendrá un impacto irreversible en la salud pública’ al agotar la capacidad hospitalaria y obligar al gobierno a trasladar a niños potencialmente infectados a través de los aeropuertos.
La administración del presidente Donald Trump emitió una declaración de emergencia en marzo que permite al gobierno federal enviar a los migrantes de regreso a México o a sus países de origen pocas horas después de ser detenidos, y sin brindarles la oportunidad de solicitar asilo.
La Casa Blanca argumentó que la política tenía como objetivo proteger a las autoridades fronterizas y a las personas bajo custodia de inmigración de contraer la Covid-19, pero quienes se oponen a esa medida acusan a la Casa Blanca de utilizar la pandemia como pretexto para restringir ilegalmente la inmigración.
El vicepresidente, Mike Pence, ordenó recientemente a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades que usaran sus poderes de emergencia para cerrar las fronteras, a pesar de que los especialistas negaron que tal medida reduciría la propagación de la pandemia, recuerda ABC News.
Desde marzo, las autoridades estadounidenses deportaron alrededor de ocho mil 800 niños no acompañados, así como otras 200 mil personas, incluidos padres e hijos que viajaron juntos, según la agencia AP.
La mayoría de las personas fueron expulsadas en cuestión de horas o días, aunque la administración Trump detuvo a cientos de niños durante semanas en hoteles cerca de la frontera entre Estados Unidos y México hasta que otro juez prohibió esa práctica.
El virtual presidente electo, Joe Biden, prometió revertir varios de los programas de inmigración de Trump después que asuma el cargo el 20 de enero próximo, aunque no aclaró si detendrá las expulsiones de indocumentados.