El Gobierno está utilizando hoteles y otros establecimientos hosteleros vacíos , cerrados o afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para alojar inmigrantes irregulares en Canarias desde agosto ante la falta de infraestructura humanitaria en las islas.
El número ya se ha casi triplicado en algo menos de dos meses , pasando de los cerca de 2.000 inmigrantes alojados en septiembre a 5.500 en la actualidad , repartidos en 17 hoteles.
De la misma forma, el número de plazas hoteleras destinado a este uso también se ha multiplicado por tres en este periodo (de 2.000 a finales de noviembre de septiembre a 6.000 a mediados de de) y por seis en lo que va de año , si se tiene en cuenta que a mes de mayo no había ningún hotel en Canarias disponible para este servicio.
El Ejecutivo está asumiendo el coste de la utilización de establecimientos hoteleros para el alojamiento de emergencia de estos inmigrantes como «solución transitoria efectiva» , pero el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones asegura que se trata de «una respuesta temporal y provisional» y es «necesario activar soluciones permanentes».
«La prioridad es dar condiciones dignas a las personas inmigrantes y liberar plazas hoteleras», informa el Ministerio en un informe presentado este viernes. En este sentido, ha encargado a Tragsa la instalación de carpas en siete emplazamientos durante las próximas dos semanas.
Paralelamente a la instalación de carpas, se adecuarán espacios en estos lugares para la habilitación de plazas más estables donde albergar a estas personas. «Estos trabajos permitirán contar con 7.000 plazas propias antes de final de año», según el ministro José Luis Escrivá.
De esta forma, el Gobierno trabaja para dar respuesta al incremento de las llegadas a costas en Canarias este año. Hasta el pasado 16 de noviembre, llegó 16.800 personas a las distintas islas , con especial concentración en Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife.