Dos mujeres suicidas, armadas con cinturones explosivos, se inmolaron en dos estaciones del metro de Moscú el 29 de marzo del año 2010. Mataron a 41 personas en uno de los últimos atentados terroristas cometidos por el terrorismo del Cáucaso en la capital rusa.
A pesar del tiempo transcurrido, las autoridades rusas han seguido investigando y acaban de hacer una detención sorprendente: un policía de Daguestán, hoy con el grado de coronel, que participó en la planificación de los ataques y organizó el viaje de las viudas negras a Moscú. El enemigo estaba en casa.
Según el Comité de Instrucción, que dirige la investigación, el coronel Gazi Isáev pertenecía al Emirato del Cáucaso, el grupo terrorista que fundó en el 2007 Dokú Umárov y que en parte había heredado la República de Ichkeria de los rebeldes chechenos. Hasta el lunes, cuando fue detenido, era el máximo dirigente de la Policía en el distrito de Kizliar.
Isáev participó en la preparación de los atentados del metro y organizó personalmente el viaje desde Daguestán a Moscú de las mujeres suicidas, a las que llevó a la estación de autobuses de Kizliar armadas ya con las bombas, sostiene la acusación.
Tras viajar durante 1.470 kilómetros, las suicidas las hicieron estallar en las estaciones de metro de Lubianka y Park Kulturi, en el mismo centro de Moscú. En Lubianka, que recibe el nombre por su proximidad a la sede histórica del KGB (hoy, del FSB), fallecieron en el acto 24 personas. Otras 14 perdieron la vida en Park Kulturi. Hubo más de un centenar de heridos. Tres de ellos morirían en los días siguientes.
Gazi Isáev ha sido un terrorista huidizo. Aprovechó su posición dentro del cuerpo de la policía para planificar y ejecutar los planes de los extremistas. Según la prensa local, trabajaba como policía desde 1985. El comité de instrucción sospecha que en el 2009 y el 2010 estuvo proporcionando información a los insurgentes sobre todas las operaciones especiales de los cuerpos de seguridad en su región. Asimismo, trasladaba por sus propios medios a los rebeldes aprovechando su tapadera.
El Comité Antiterrorista y el FSB identificaron a un grupo daguestaní del Emirato del Cáucaso como el ejecutor de los atentados de Moscú. Sus miembros fueron muriendo en operaciones antiterroristas los años siguientes. En febrero del 2013 cayó Gusén Magomédov, que acompañó a las suicidas hasta Moscú. Entonces se creyó que era el último implicado en la masacre del metro. Pero no era así.