Los daños provocados por los huracanes ‘Eta’ e ‘Iota’ a su paso por Honduras han dejado pérdidas valoradas en 250.000 millones de lempiras (8.600 millones de euros) y, según las autoridades, se prevé que 860.000 personas pierdan sus empleos y otros siete millones caigan bajo el umbral de la pobreza debido a sus consecuencias.
Tanto organizaciones de la sociedad civil como varias empresas encargadas de las labores de reconstrucción han alertado de que la labor que queda por delante es «monumental» y han agregado que se requerirá de unidad y esfuerzo conjunto a nivel nacional.
Según el Foro Social para la Deuda Externa de Honduras, los huracanes han provocado un retroceso de 22 años al país, con un impacto humano y económico de brutal envergadura.
Así, el diario ‘La Prensa’ ha señalado que los fenómenos meteorológicos, que golpearon el país entre los días 4 y 16 de noviembre, han dejado un panorama desolador con más de un centenar de muertos, 3,5 millones de personas afectadas y desplazadas, miles de hectáreas de cultivos destruidas y fuertes daños estructurales.
Aunque aún no se ha llevado a cabo un recuento oficial de las pérdidas, se estima que ambos fenómenos naturales dejen daños valorados en unas 250.000 millones de lempiras, la cuantía actual del presupuesto nacional. De esta forma, las consecuencias económicas son similares a las de una guerra, según los expertos consultados por el diario ‘El Heraldo’.
Las proyecciones del Banco Central de Honduras señalan que el PIB caerá entre un siete y un ocho por ciento a raíz de la pandemia. A esto hay que sumar los huracanes, lo que podría traducirse en un decrecimiento del 10 por ciento con pérdidas de casi 250.000 millones de lempiras.
Por ello, los economistas han resaltado la importancia de reformular el presupuesto general para el ejercicio fiscal 2021 y han destacado el impacto que tendrán tanto el endeudamiento y como las tareas de rehabilitación.