La ministra de Defensa, Margarita Robles, confirmó que de momento no está previsto desplegar aviones de combate en Rumanía para contribuir a la defensa aérea de este país de la OTAN, tal y como se había publicado en algunos medios.
Así mismo, en el marco de una presentación del esfuerzo de las Fuerzas Armadas españolas para luchar contra el COVID-19 realizada en la sede del MOPS (Mando de Operaciones), se confirmaba que en 2021, el Ejército del Aire se desplegará en el Báltico. Al igual que en los últimos años de participación en la BAP (Baltic Air Policing), el destacamento aéreo español estará presente en el escenario en el segundo turno de esta misión OTAN, del 1 de mayo al 31 de agosto del año que viene.
Todavía no es público que Ala de caza del Ejército del Aire se hará cargo, los dos últimos año fueron EF-18M de las Alas 12 (en 2019) y 15, este mismo año, que operaron desde la base aérea de Šiauliai (Lituania), por lo que lo más probable es que sean Alas (11 y 14), equipadas con Eurofighter, las que realicen la misión.
Mucho más al sur, en las costas del Mar Negro, la OTAN tiene en marcha otra operación similar, la NATO Enhanced Air Policing, puesta en marcha en 2014 como respuesta a la ocupación de la península de Crimea por Rusia.
En esta misión de policía aérea, bajo el mando de las Operaciones Aéreas Combinadas de Control o CAOC (Commander Combined Air Operations Centre) Torrejón desde el que se controla toda la defensa aérea de los países europeos del sur de la OTAN, han participado fuerzas aéreas de la Alianza. Desde el 5 de septiembre esta responsabilidad la asumen 135 efectivos y seis CF-188 (designación local del F/A-18) de la Real Fuerza Aérea de Canadá, que operan desde la base rumana de Mihail Kogalniceanu, muy cercana a la ciudad costera de Constanza, donde se asienta el centro de reacción inmediata de defensa aéreao QRA (Quick Reaction Force).