Los servicios de inteligencia de los países de la UE han comenzado a elaborar un documento sobre la evaluación de las amenazas a la seguridad de la Unión Europea, conocido como «Brújula estratégica». Es parte de la segunda fase del programa de Cooperación Estructurada Permanente (PESCO), un componente de la política de seguridad de la UE que está trabajando en por qué la Unión Europea necesita estructuras de defensa, diferentes de las que ya existen dentro de la OTAN, escribe Nezavisimaya Gazeta.
Según el periódico, los círculos de expertos de la UE reconocen desde hace mucho tiempo la necesidad de desarrollar este tipo de documento. Las tensiones entre los aliados de la OTAN al evaluar las amenazas que debe enfrentar la alianza se han vuelto demasiado evidentes en los últimos años.
Los miembros de la OTAN de Europa del Este insistieron en que el Kremlin debería ser considerado la amenaza clave. Sin embargo, no todos los países de la UE estuvieron de acuerdo con esto. Ahora hay muchas más contradicciones dentro de la OTAN. Entre los que se destacan se encuentra el enfoque de la administración Trump en la guerra comercial de China, una posición que generalmente no comparte la mayoría de los países de la UE.
El investigador principal del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de Rusia, Sergey Fedorov, dijo al periódico que no se crearía una estructura militar europea única capaz de reemplazar a la OTAN en el futuro previsible.
«Sí, hay un regusto desagradable de las políticas de Trump en la UE y un deseo de distanciarse de Estados Unidos. Pero también hay estrechos lazos de defensa con los Estados Unidos, extendidos durante muchos años», señaló el experto. Estos lazos han demostrado ser más fuertes que los esfuerzos de integración en el campo de la defensa, concluyó.