El conflicto se ha recrudecido en las últimas horas, y ante el avance del ejército en la región del Tigré muchos huyen a la vecina Sudán. Según la ONU, la cifra de refugiados supera las 200.000 personas.
El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, dio este domingo (22.11.2020) un ultimátum de 72 horas a los dirigentes de la región disidente del Tigré para que se rindan, pocas horas después de que el ejército anunciara un inminente ataque en la capital regional.
«El camino hacia su destrucción llega al final y les pedimos que se rindan en las próximas 72 horas», aseguró Ahmed en un comunicado dirigido a los líderes del Frente de Liberación del Pueblo de Tigré (TPLF), al frente de esta región situada en el norte de Etiopía, en el este de África. «Aprovechen la última oportunidad», les dijo el primer ministro, premiado con el Nobel de la Paz en 2019.
Antes del anuncio del ultimátum, el ejército etíope ya había advertido sobre un inminente ataque contra Mekele, la capital de la región disidente y sede del ejecutivo local, al que el gobierno federal intenta derrocar, instando a la población civil a huir mientras aún haya tiempo.
El conflicto entre el gobierno de Etiopía y el TPLF empezó el 4 de noviembre, después de que Ahmed acusara a la guerrilla de haber atacado dos puestos militares, un hecho negado por el TPLF.
El líder del TPLF, Debretsion Gebremichael, prometió «combates encarnizados» para frenar el avance del ejército. También dijo que el conflicto no acabará con un ataque en Mekele: «Mientras las fuerzas de ocupación estén en el Tigré, los combates seguirán».
El sábado, el gobierno afirmó que el ejército federal avanzaba hacia Mekele y ya había tomado bajo control varias ciudades, incluidas Aksum y Adigrat, a unos 117 km al norte de la capital regional. Sin embargo, ninguna afirmación de las partes ha podido ser verificada con fuentes independientes, ya que Tigré está prácticamente aislada del mundo.
El TPLF indicó el sábado que algunos civiles habían muerto en un «intenso bombardeo» contra Adigrat por parte del ejército etíope. Pero el gobierno afirma que el operativo militar no tiene por objetivo a la población civil.
No hay ningún balance preciso de los enfrentamientos, en los que han muerto centenares de personas desde el 4 de noviembre, según una fuente independiente. Además, unos 36.000 etíopes han llegado a Sudán, según la Comisión de refugiados del país vecino.
Tras haber dominado durante 15 años la lucha armada en Etiopía contra el régimen militar-marxista del Derg, derrocado en 1991, el TPLF ha controlado con mano de hierro el aparato político y de seguridad del país, para después haber sido gradualmente marginado por Abiy Ahmed, desde que fue designado primer ministro, en 2018.