El Tratado de Cielos Abiertos, que permite vuelos de observación militar sobre los territorios de los estados signatarios, es una parte importante del control de armas y Alemania lo cumplirá a pesar de la retirada de Estados Unidos, dijo el FM alemán Heiko Maas.
El domingo, Washington renunció oficialmente al acuerdo multinacional, acusando a Moscú de violar sus términos, a pesar de que nunca proporcionó pruebas de tales afirmaciones. Además de Estados Unidos y Rusia, Canadá y la mayor parte de Europa también formaron parte del acuerdo que entró en vigor en 2002.
Maas dijo que lamentaba la decisión tomada por la administración Trump. Señaló que el Tratado de Cielos Abiertos contribuye al fomento de la confianza y la promoción de la seguridad en todo el hemisferio norte «desde Vladivostok hasta Vancouver».
Alemania, el aliado de Washington en la OTAN, seguirá comprometida con el acuerdo, dijo el ministro de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Agregó que los tratados multilaterales de control de armas existentes deben modernizarse para incluir medidas para los mecanismos de fomento de la confianza para que el mundo esté preparado para nuevos desafíos de seguridad.
La retirada del Tratado de Cielos Abiertos sigue a la retirada de Washington el año pasado del tratado INF, que prohibía a Estados Unidos y Rusia utilizar una serie de armas altamente destructivas con alcances de entre 500 y 5.500 kilómetros. El nuevo tratado START sigue siendo ahora el único acuerdo importante de no proliferación entre las dos potencias nucleares. Sin embargo, expira en febrero y Washington hasta ahora se ha mostrado reacio a extenderlo.