Pocos días faltan para las elecciones legislativas en Venezuela, importante momento en la vida política del país que permitirá la renovación de una Asamblea Nacional (AN-Parlamento unicameral) que sesionó durante cinco años en la ilegalidad.
Un largo trayecto signado por la violencia, el saqueo de los recursos financieros, el entreguismo de la oposición, escándalos de corrupción, presiones y agresiones externas, crisis económica y otros tantos males que enfrentó esta nación suramericana antes de llegar a estos comicios.
El cumplimiento estricto del cronograma establecido por el Consejo Nacional Electoral, casi una veintena de auditorías a las maquinas de votación, la realización de dos simulacros comiciales y el aval del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica, son garantías esenciales para las parlamentarias del 6 de diciembre.
El proceso se realiza sobre la base de fundamentos legales bien explicitados en la carta magna del país, según explicó a Orbe el jurista venezolano Hermann Escarrá.
Para el también analista político y candidato a la AN, los próximos sufragios son el fruto de la vocación de paz del Gobierno y la voluntad de un pueblo ‘cansado de los injerencismos’ y que niega la postura no consti- tucional de esas fuerzas políticas que se resisten a cualquier salida negociada.
‘Por eso vamos con la idea de recuperar el Parlamento, los activos de la nación, a reordenar el tema financiero y a trabajar en las leyes sociales con el apoyo de las comunas’, señaló Escarrá.
Quienes apelan a la violencia, a la distorsión de la realidad venezolana, probablemente van a buscar todo tipo de obstáculos para impedir las elecciones —dijo—, pero cualquier intento de desconocer la legalidad del mismo es atentar contra la democracia.
‘Oponerse a ello es entregarse a la concupiscencia económica y financiera del poder imperial norteamericano para derrocar al Gobierno legítimo’, enfatizó el reconocido magistrado.
El camino ha sido largo, subrayó, pero estamos seguros que las fuerzas revolucionarias recuperarán la legitimidad del Poder Legislativo.