La embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, ha defendido la intervención militar para desalojar a los activistas saharauis que bloqueaban la carretera en la frontera con Mauritania y ha asegurado que Rabat agotó todas las vías diplomáticas antes de enviar al Ejército.
Benyaich ha señalado que fueron «elementos del (Frente) Polisario» los que «violaron el alto el fuego» entrando el 21 de octubre en la zona de amortiguamiento contemplada en el acuerdo de alto el fuego de 1991, en la que se encuentra la carretera construida por Marruecos. El Frente Polisario considera que esta construcción es ilegal conforme al acuerdo de 1991.
«Marruecos exploró desde el 21 de octubre todos los canales diplomáticos necesarios en el marco de la ONU antes de intervenir para restaurar orden y restablecer la libre circulación de personas y mercancías», ha afirmado Benyaich en declaraciones a RNE.
Benyaich ha asegurado que el secretario general de la ONU, António Guterres, ha pedido en hasta dos ocasiones la retirada de las milicias del Frente Polisario. La embajadora ha señalado además a los independentistas saharauis por «utilizar niños y mujeres como escudos humanos en estas provocadoras maniobras».
«Esta no es la primera vez que el Polisario ha violado el alto el fuego. El informe del señor Guterres muestra 57 violaciones importantes del alto el fuego por parte de las milicias del Polisario en esta zona», ha argumentado la diplomática marroquí, según recoge la agencia de noticias oficial marroquí, MAP.
Pese a este contexto, ha argumentado, Marruecos intervino «de manera responsable y mesurada» en Guerguerat, una «zona importante para el comercio no solo entre Marruecos y Mauritania, sino también entre Europa y África».
Benyaich ha reprochado al Frente Polisario que intente engañar a la opinión pública en su «desesperación por el apoyo internacional a la intervención de Marruecos». «El Polisario no es un estado, por lo que no tiene la responsabilidad de ser creíble y transparente como es el caso de Marruecos», ha remachado.
Por otra parte, Benyaich ha destacado las «excelentes» que mantienen Rabat y Madrid. «La cooperación entre Marruecos y España no se limita al tema migratorio y a las relaciones entre los ministerios del Interior de los dos países, sino que incluye otros aspectos políticos, económicos y sociales donde las relaciones son excelentes», ha resaltado.
Marruecos y España «cooperan de forma regular y ejemplar, lo que ha dado resultados satisfactorios en diversos campos, en particular en lo que respecta a la lucha contra el tráfico ilegal, el terrorismo y la inmigración». Gracias a esta cooperación, el flujo de migrantes clandestinos que llegan a las costas españolas ha experimentado una caída de casi el 60 por ciento en los últimos años, ha remachado.
Sin embargo, Benyaich ha advertido de que las «mafias de trata de personas» están cambiando su ‘modus operandi’ por lo que es cada vez más necesario un «enfoque global». Así, ha destacado que un grupo mixto responsable de inmigración está trabajando en las medidas a tomar en este ámbito con «espíritu de responsabilidad y confianza mutua».
Benyaich ha recordado que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha viajado a Marruecos en hasta siete ocasiones desde su nombramiento, la última en junio de 2018, lo que «refleja sin duda la excelencia y calidad de las relaciones entre los dos países».