La finalización del «Nord Stream 2» sigue siendo fundamental para los países de la UE. El gas ruso asegura la estabilidad energética del continente.
Las informaciones sobre el aplazamiento de la construcción del gasoducto europeo Eugal volvieron a generar controversia sobre la futura cooperación entre la UE y Rusia. Los países de la eurozona tienen opiniones polares sobre el «Nord Stream 2», pero de hecho la Unión no tiene fuentes alternativas de energía. Rusia ha sido y sigue siendo uno de los principales proveedores de combustible azul para el continente.
La Unión Europea consumió 560 mil millones de metros cúbicos de gas el año pasado. Los mayores volúmenes de recursos fueron suministrados por Noruega, en segundo lugar en la lista de proveedores estaba Rusia. Las empresas nacionales proporcionaron a la UE el 39% del gas requerido. Alemania y otros países europeos no tienen la capacidad de reemplazar rápidamente a un proveedor tan importante. Por eso, Berlín, por ejemplo, está a favor de completar la construcción del «Nord Stream 2».
La experta Anna Bodrova confirmó previamente a la Agencia Federal de Noticias que es en Berlín donde hoy se desarrolla la «batalla decisiva» por la cooperación con Rusia. Las fuerzas políticas de Alemania están tratando de equilibrar el interés económico racional y el sesgo pro-estadounidense.