El plan ambiental de Joe Biden, el presidente proyectado de los Estados Unidos, incluye una inversión de $ 2 billones en la transición a fuentes de energía renovable. La UE también está buscando introducir impuestos y prohibir los hidrocarburos tradicionales que causan emisiones de gases de efecto invernadero. Rusia aún no está preparada para una «revolución verde», que ahora también contará con el apoyo de los Estados Unidos. Los funcionarios rusos están trabajando en su propia estrategia para reducir las emisiones de hidrocarburos que busca reducir las emisiones de efecto invernadero para el 2050 en un 70-90% en comparación con el nivel de 1990, informa Nezavisimaya Gazeta. Los expertos occidentales señalan que la pandemia del COVID-19 ha acelerado el movimiento de los países desarrollados hacia emisiones bajas en carbono.
El posible cambio en la Casa Blanca afectará la importancia de los programas ambientales y de energía limpia en todo el mundo. La campaña electoral de Biden se basó en iniciativas medioambientales. Su objetivo es gastar alrededor de 2 billones de dólares en cuatro años para combatir el cambio climático. Según su plan medioambiental, el suministro eléctrico de Estados Unidos debería basarse totalmente en fuentes de energía renovables para el 2035.
A diferencia de muchos otros estados, Rusia no puede promocionar una política ambiental activa. Según el actual decreto presidencial, Rusia debe reducir las emisiones en un 30% en comparación con el nivel de 1990. Este modesto objetivo caracteriza a Rusia como un estado que no está preparado para una caída radical de las emisiones, y que incluso planea aumentarlas, señalan expertos de la Escuela Superior de Economía (HSE). El cambio de la mayoría de los países a cero emisiones puede conducir a una disminución de la demanda de fuentes de energía tradicionales, lo que afectará negativamente las perspectivas de exportación de Rusia. Según la Escuela Superior de Economía, Rusia puede perder hasta una cuarta parte de sus ingresos debido al cambio ambiental, y el PIB del país puede caer 0,5 puntos porcentuales anualmente en el futuro.
No sólo los estados de la UE, sino también China, Japón, Corea del Sur y ahora EE.UU., planean reducir las emisiones de carbono, dijo a Nezavisimaya Gazeta el analista senior del Centro de Energía de la Escuela de Administración de Moscú «Skolkovo» Yuri Melnikov.
«Estos objetivos son absolutamente reales, esto no es un capricho de los políticos o una moda pasajera, como Rusia intenta presentarlo a veces, es el resultado de un amplio consenso público basado en la lucha contra el cambio climático», subrayó.