La tregua negociada por Rusia entre Armenia y Azerbaiyán ayudó a detener la violencia en la región de Nagorno-Karabaj, dijo el presidente ruso Vladimir Putin. Su estado sigue sin resolverse, pero hay una forma de «normalización» abierta, agregó.
“El estatus final de Nagorno-Karabaj no está resuelto; acordamos mantener el status quo existente ”, dijo Putin a los periodistas el martes, hablando sobre el destino de la región en disputa que desde septiembre se ha convertido en el escenario de un feroz conflicto militar entre los dos vecinos.
Detener la tragedia
El armisticio negociado por Moscú ayudó a detener el derramamiento de sangre, dijo el presidente ruso, calificándolo como uno de los resultados más importantes de las conversaciones con los líderes armenios y azerbaiyanos. Calificó el conflicto recientemente reavivado como una verdadera «tragedia» que afectó a muchas familias de ambos lados.
“Más de 4.000 personas murieron, según estimaciones oficiales. Creo que el número de bajas es mayor. Decenas de miles han resultado heridos o mutilados ”, dijo Putin.
El armisticio cedió el control sobre algunas áreas en la región en disputa a Azerbaiyán, dejando un paso de montaña de 6 kilómetros de largo como la única ruta restante que conecta Nagorno-Karabaj con la propia Armenia. Aún así, Putin dijo que mantener el equilibrio de poder en la región era tan importante como poner fin al conflicto.
Conservar el equilibrio
«Creíamos que se debía mantener un equilibrio de fuerzas incluso frente a acontecimientos tan graves», dijo, y agregó que Rusia hizo «todos los esfuerzos» para que Armenia no se sintiera «abandonada».
Señaló que la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), una alianza militar de varios estados ex soviéticos, a los que pertenecen Rusia y Armenia, no podía interferir en el conflicto del lado de Ereván.
«Según el derecho internacional, Nagorno-Karabaj y las áreas adyacentes son territorios indiscutibles de Azerbaiyán», dijo Putin, y agregó que la OTSC solo podría intervenir en caso de una agresión contra uno de sus miembros, pero que «nadie invadió el territorio de Armenia».
Bajo el armisticio, las fuerzas de paz rusas protegerán la ruta restante que une Nagorno-Karabaj con el territorio armenio, que también se conoce como el corredor de Lachin.
Al hablar sobre el «apoyo abierto» de Turquía a Bakú en el reciente conflicto, Putin dijo que, aunque se podrían dar varias evaluaciones al respecto, difícilmente se podría acusar a Ankara de violar el derecho internacional. Moscú logró convencer a Azerbaiyán y Turquía de limitar la participación de Ankara en el monitoreo de la tregua para evitar una reacción potencialmente negativa de Ereván, señaló.
Las relaciones entre Armenia y Turquía se han visto tensas debido a la violenta represión del Imperio Otomano contra los armenios durante la Primera Guerra Mundial. Ereván y las asociaciones armenias de todo el mundo lo llaman genocidio. Ankara no reconoce esos eventos como tales.
Según el acuerdo, las fuerzas turcas no estarían presentes en el terreno como fuerzas de paz, pero aún podrían monitorear de forma remota la tregua a través de misiones de drones como parte de un centro conjunto con Rusia.
Camino a la normalización
El líder ruso cree que el acuerdo de paz sentó las bases de un posible camino a seguir.
“Las partes han acordado reanudar las comunicaciones de transporte, los lazos económicos. Esto es de suma importancia y crea una buena base para la normalización de las relaciones a largo plazo ”, dijo Putin, y agregó que podría ser una buena idea centrarse en los aspectos sociales, económicos y humanitarios de la crisis.
Si Bakú y Ereván logran volver a encarrilar sus relaciones y crear condiciones para la “vida normal” de su gente, particularmente en la zona de conflicto, eso contribuiría a resolver el estatus de la región en disputa, cree el presidente.
Putin calificó el regreso de los refugiados a la región devastada por la guerra como un tema «muy importante» y «muy sensible», y agregó que las fuerzas de paz rusas desplegadas en Nagorno-Karabaj han recibido el encargo de supervisar este proceso.