En los últimos seis meses, los piratas informáticos vinculados a Estados Unidos han sido la principal fuente de amenazas cibernéticas para las empresas rusas, según los datos proporcionados por Check Point y en posesión de Kommersant, según informó el periódico. Antes de eso, los hackers locales rusos habían tomado la iniciativa. El número total de ataques se ha reducido en casi una cuarta parte. Los grupos de piratas informáticos han dejado las estructuras comerciales para los piratas informáticos solitarios, cambiando a objetivos de infraestructura de información crítica y organismos gubernamentales, dijeron las empresas de seguridad cibernética al periódico.
De mayo a octubre del 2020, los piratas informáticos estadounidenses fueron la principal fuente de amenazas cibernéticas para Rusia, llevando a cabo el 36% del número total de ataques, mientras que los piratas informáticos locales rusos representaron el 29%, señala un informe de Check Point. Antes de eso, los piratas informáticos rusos habían estado a la cabeza con el 39% de los ataques llevados a cabo en enero del 2020, mientras que los estadounidenses estaban detrás del 30% de los delitos cibernéticos registrados, informó Kommersant en febrero. Los países de origen reflejan los datos vistos por los expertos en seguridad cibernética, sin embargo, esto puede ser una artimaña, y los perpetradores pueden simplemente hacerse pasar por piratas informáticos extranjeros, enfatizó Vasily Dyagilev, ejecutivo de Check Point Software Technologies en Rusia y la CEI.
Los criminales «no tienen nacionalidad», dijo al periódico el experto en seguridad cibernética Denis Batrankov. El problema principal es que no existe un sistema unido de cooperación entre los estados que pueda permitir la captura de piratas informáticos. Por ejemplo, los ataques de Ucrania «son completamente imposibles de investigar» debido a diferencias políticas, mientras que el Reino Unido y los Estados Unidos nunca renunciarán a que un hacker ruso ataque objetivos rusos, y es imposible rastrear el dinero, ya que todos los estados «miran para otro lado” con respecto a las monedas anónimas que solicitan los piratas informáticos, explicó el experto. Mientras tanto, solo uno de cada mil ciberataques puede considerarse político, ya que el resto de ellos generalmente son llevados a cabo por piratas informáticos no calificados, señaló Batrankov.