El director del departamento, Christopher Ray, dijo que la oficina abre una nueva investigación cada diez horas, de una forma u otra relacionada con la República Popular China.
La Oficina Federal de Investigaciones de los Estados Unidos (FBI) continuará contrarrestando activamente las «actividades criminales» de China. La correspondiente declaración la hizo el director de este departamento estadounidense, Christopher Rey, y agregó que el buró que encabeza él abre una nueva investigación cada diez horas, de una forma u otra relacionada con la República Popular China.
«El robo de información y tecnología confidencial por parte del Partido Comunista Chino no es un rumor o una acusación infundada. Es bastante real y es una campaña coordinada por el gobierno chino», dijo Rey, citado en un comunicado de prensa del Departamento de Justicia de Estados Unidos el lunes. «El FBI está abriendo un nuevo caso de contrainteligencia relacionado con la República Popular China casi cada diez horas, y continuaremos con nuestros vigorosos esfuerzos para contrarrestar las actividades criminales de China», agregó el jefe de la oficina.
Hizo esta declaración con motivo de dos años desde que el Ministerio de Justicia lanzó una «iniciativa china» especial, que, en particular, tiene como objetivo centrarse en «investigar y enjuiciar casos de robo de secretos comerciales y espionaje económico».
Como se señaló en un comunicado de prensa del Ministerio de Justicia, dentro de dos años, en el marco de la iniciativa, las autoridades estadounidenses presentaron cargos en cinco casos relacionados con espionaje económico, «en los que se suponía que el robo de secretos comerciales beneficiaría al gobierno de la República Popular China».
«En total, desde el lanzamiento de la iniciativa, hemos presentado cargos en más de diez casos en los que el robo de secretos comerciales tenía alguna supuesta conexión con China, durante el último año hemos obtenido declaraciones de culpabilidad de tres imputados en estos casos», agregó el Ministerio de Justicia.
La semana pasada, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un decreto que prohíbe, a partir del 11 de enero de 2021, las inversiones estadounidenses en varias empresas chinas que Washington cree que están asociadas con las Fuerzas Armadas chinas. Según el líder estadounidense,
«China utiliza cada vez más el capital estadounidense para obtener recursos y crear oportunidades para el desarrollo y la modernización de su aparato militar, de inteligencia y otros relacionados con la seguridad». El Ministerio de Relaciones Exteriores de China condenó este decreto. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, dijo que el gobierno de Estados Unidos «está abusando de su poder para presionar a las empresas chinas, lo que viola gravemente los principios de competencia de mercado y las reglas de comercio internacional y socava seriamente la cooperación empresarial y de inversión entre los dos países».