El Congreso de Perú nombró al legislador centrista Francisco Sagasti como presidente interino, en medio de una crisis política que se ha apoderado del país andino desde que su líder, quien mantuvo una postura anticorrupción, fue acusado la semana pasada.
El lunes, Sagasti, de 76 años, recibió 97 votos a favor y 26 en contra para encabezar el Congreso, lo que significa que asumiría constitucionalmente la presidencia interina.
Sagasti, ex funcionario e ingeniero del Banco Mundial, es oriundo del centrista Partido Morado.
Será el tercer presidente del país sudamericano en una semana, luego de que protestas masivas obligaron al ex presidente del Congreso, Manuel Merino, quien sucedió al centrista Martín Vizcarra, a renunciar el domingo.
El 9 de noviembre, el Congreso derrocó a Vizcarra, quien durante mucho tiempo se había enfrentado con los legisladores por su postura anticorrupción y sus intentos de frenar la inmunidad parlamentaria, en una votación de juicio político por acusaciones de corrupción, que él niega.
La destitución de Vizcarra desató días de protestas en las que murieron dos personas.
«Hoy no es un día de celebración», dijo Sagasti en sus primeras declaraciones tras asumir el cargo en el Congreso. «No podemos retroceder, devolverles la vida (a los manifestantes muertos), pero podemos tomar medidas desde el Congreso, desde el Ejecutivo, para que esto no vuelva a suceder».
Está previsto que Sagasti esté en el cargo hasta julio de 2021, cuando el mandato de Vizcarra debía finalizar.
El nombramiento de Sagasti el lunes pareció calmar las tensiones políticas, pero la indignación contra la policía y los legisladores electos continuó desarrollándose.
Las protestas se llevaron a cabo en ciudades de todo Perú al caer la noche, aunque en menor número que la semana pasada.
Algunos se manifestaron para felicitar a Sagasti, mientras que otros manifestantes exigieron una nueva constitución y justicia para los muertos, heridos o desaparecidos.