El mandatario ruso llamó la atención de su homólogo azerbaiyano sobre el hecho de que en los territorios que pasarán al control de Bakú se encuentran iglesias y monasterios cristianos.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, mantuvo el pasado sábado conversaciones telefónicas con el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, y el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, durante las cuales enfatizó la importancia de la preservación de las iglesias cristianas en la región de Nagorno Karabaj que pasarán a estar bajo el control de Azerbaiyán.
Durante las conversaciones Putin destacó que en Nagorno Karabaj se está respetando el alto el fuego y que la situación en la línea de contacto es «bastante tranquila».
Asimismo, el mandatario ruso llamó la atención de Aliyev sobre el hecho de que en los territorios que pasarán al control de Azerbaiyán se encuentran varias iglesias y monasterios cristianos. En este sentido, Putin «enfatizó la importancia de asegurar la preservación y la vida normal de la Iglesia de estos santuarios».
Aliyev, por su parte, «mostró comprensión al respecto» y anunció que la parte azerbaiyana «proseguirá en esa misma vía», según el servicio de prensa del Kremlin. Además, el servicio de prensa del mandatario de Azerbaiyán adelantó que estas iglesias «estarán debidamente protegidas por el Estado» y que los cristianos de Azerbaiyán «tendrán acceso» a los templos.
El 14 de noviembre, la Iglesia apostólica armenia informó sobre la «profanación» de la catedral del Santo Cristo Salvador en la ciudad de Shushi, en Nagorno Karabaj, que quedó bajo el control de Azerbaiyán. De acuerdo con la Iglesia, en los muros del templo aparecieron inscripciones. La institución calificó el incidente de «vandalismo abierto y manifestación de intolerancia».
Este lunes, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, el mayor general Ígor Konashénkov, anunció que, a petición de la población local, el contingente ruso de mantenimiento de la paz estableció un puesto de observación en el monasterio de Dadivank, en la región de Kalbajar. Según el vocero, actualmente con la mediación de las fuerzas de paz rusas se está resolviendo la cuestión de que los feligreses puedan visitar libremente el monasterio.