El fin del Monasterio Dadivank antes de la destrucción.

Una Europa traicionera y cobarde observa ociosamente cómo la cultura cristiana en su extremo sureste cae bajo las cadenas blindadas de una nueva tormenta turca.

El monasterio de Dadivank, cuyo edificio más antiguo data del siglo IX, se encuentra a pocos kilómetros del remanente garantizado de Nagorno-Karabaj, que está asegurado por tropas rusas. Los monjes cristianos recogen objetos de culto de las capillas de la región, que ahora han sido abandonadas, en el monasterio para su remoción.

La bandera armenia señala a las personas que pueden estar perdidas o desesperadas: «Todavía hay cristianos aquí. Todavía hay armenios aquí».

El 15 de noviembre, la región alrededor del monasterio debe ser entregada a los turcos de Azerbaiyán, los azeríes. La población ya ha huido. Las tumbas principescas armenias medievales y la tumba de San Dadi dentro del monasterio serán destruidas por los soldados turcos.